¡Al De Rojo Me Lo Cojo! || KTH

01

- ¿Qué cree que hace señorita?

Me encontraba en mi rutina normal de prácticamente estar fuera de clase de filosofía, odiaba esa clase, no me dejaban expresar mis bellas palabras hacia aquel chico de ojos de ciervito pero cuerpo digno de un adonis, bueno el punto, me echaron de clase por según "ofender" a aquel adonis, osea se ofendió por mis bellas pero ciertas palabras, y obvio no me podía resistir decirle que yo quisiera ser frijoles para embarrarme en su tlacuache.

En fin, ahora me encontraba en dirección por estar fuera de la clase en la que me echaron, todo por la estúpida de la secretaria piernas bonitas, espere hasta que el director llegó y me dio su sermón típico de que soy una señorita y que debía parar con mis vulgaridades hacia los compañeros varones y bla bla bla, pero no puedo evitarlo, ¿A quién no le gusta espiar el baño de los varones?

¿Nadie? De lo que se pierden.

Permanecí en dirección hasta que el timbre de la siguiente clase sonó y me dejaron libre de aquel cuarto.

- ¿Dónde estuviste?, ¿él tal JungKook al fin te hizo caso y fueron a hacer "eso" en el baño? - llegue y mi amiga me empezó a cuestionar mucho, muchisimo.- ¿y lo hace rico?

- Deja tus babosadas... Estuve en dirección por culpa de "la piernas bonitas" - dije en tono de ironía, esa mujer me caga.

- ¿De la zorra? - dijo sorprendida pero en su tono se podía notar cierta pizca de burla. - esa me cae mal, siempre que pasa se nota a leguas como los chicos babean al ver sus piernas y se les emociona el ganso.

- ¡Ja!, claro el ganso, pero si, fue por culpa de esa.- me encontraba mirando a la nada hasta que vi como un pequeño grupo de chicos paso... Y detrás de ellos un chico alto, cabello rojizo, perfil y mandíbula marcada, y un aspecto de relajado, al ver una obra como ese, no podía perder la oportunidad.

- Hey, hey, hey- sarandie a mi amiga a mi lado.- ¿Quién es ese chico de allá?- señale al susodicho, ella achicó los ojos por culpa de su miopía y al verlo al menos un poco mejor, sonrió pícara.

- Ah~ el adonis de Kim TaeHyung, chico diplomático... No es tu tipo, pero tiene un cuerpo de infarto y una mirada penetrante.- hablo lenta y con un tono sensual, no pude evitar relamer mis labios al ver tal escultura hecha por los mismísimos dioses.

No espere más, puse mis manos a los lados de mi boca para que así mi voz sonara mas fuerte.

- Kim TaeHyung, de que juguetería te saliste ¡Muñeco!- mi amiga me miro sorprendida, y aquel chico volteó casi instantáneamente, pero su reacción fue la normal que todos hacen, cara de asco, hasta con esa expresión se ve igual de bello.

Vi como seguía su camino pero note que ahora caminaba más rápido y cabizbajo.

Yo se que le encantó

Oh TaeHyung tu belleza me ha cautivado y me ha dejado con palabras en la boca, palabras que me encantaría dedicarte y enamorarte hasta que seas completamente mío.

Ahora mi objetivo eres tú.

(...)

Ahora estaba en el descanso, en una de las mesas de la cafetería con Sook sentada en esta misma.

- Aun me sigue sorprendiendo como eres tan sinvergüenza... - Sonreí y la mire orgullosa- eres tan... Tan... Lengua larga.

- Momentito señorita, ser sinvergüenza no es lo mismo que ser lengua larga... - fruncí mi ceño y le aventé una de mi papas, se quejó.- simplemente mi boca no detiene lo que quiere decir.

- Exacto... una lengua larga - levantó una ceja en son de que tenía razón, pero no voy a dar mi brazo a torcer, se que no soy lengua larga.

- No soy lengua larga, y para lo que me gustaría usar esta lengua sería para otra cosa - chilló avergonzada. - aun sigues siendo inocente querida... Pero lo que tienes de inocente lo tienes de pervertida, puercaza.

- Mira quien lo dice, la chica que espía a los varones mientras van a al baño y les ve el pipi.- sonrió triunfadora.

- Si... - suspire satisfecha- él que lo tiene mas grande es...

- ¡Yah!... No quiero saber sobre tus morbosidades... - se quejo avergonzada, esta niña aunque sea una puercaza, sigue siendo una niña.