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Los días de estudio pasaron hasta llegar al sábado, cada estudiantes suspiraban de alegría de poder descansar de tantas cosas que ocurrían a diario, ya sea por algún examen sorpresa o por la aparición de un "villano", pero eso no evitaba que los héroes siguieran con su laburo trabajo de proteger al mundo por qué "el mal nunca descansaba". Cada persona tenía planeado su fin de semana, luego de una larga jornada quien no querría relajarse haciendo lo que le gusta alejado de los estudios, algunos disfrutaban durmiendo hasta pasada de la hora del desayuno, otros madrugaban con la idea de reunirse con sus allegados a jugar, (en el caso de los jóvenes y niños), otros ponían en práctica sus hobbies como cantar, bailar, dibujar, etc. Luego estaban estos pequeños quienes hablaban por llamada sobre héroes, como añoraban convertirse en uno muy fuerte y capaz de salvar las vidas de muchas personas, sueños tan grandes que podrían traspasar los cielos.
Entre la charla salían variedades de cosas como programas de televisión, las nuevas noticias de héroes, caricaturas y, obviamente, el tema de los quirks al final de cuenta solo eran unos niños con un futuro lleno de muchas cosas que les traerían tanto felicidad como tristeza y desilusión

— Katsuki, ¿Porque no invitas a tu amigo a la casa?— hablo la madre del rubio quien se acercó a él feliz de escuchar a su hijo no solo maldiciendo todo lo que se mueve —asi aprovechas y juegan un rato—

— ¿La vieja dice que si quieres venir a la casa? Habla rápido — hablo al teléfono esperando una respuesta rápida, aun siendo un niño era demasiado impaciente

A lo lejos se escucha al receptor hablar con la que aseguraba era su madre por la dulce voz, no comprendía mucho lo que decían pero pudo adivinar al escuchar el grito de emoción al otro lado de la llamada teniendo por respuesta y grito lleno de emoción, no tardaría mucho en llegar ya que no quedaba tan largo las casas de ambos.

—dice que vendra— contestó

—muy bien, les prepararé la merienda por mientras ayúdame a limpiar aquí —

—si, si, ya se—
Aunque no pareciera, no le desagradaba ese niño, tal vez era muy grosero y tosco pero aún así aceptaba el pasar tiempo con el y, para alguien renegon, era mucho.

La tarde del sábado paso un tanto ruidosa que más se podía esperar al tener 2 niños gritando a ser super héroes, uno que otro llanto por discusiones o caídas pero nada del otro mundo.
Llegaron las 5 de la tarde y ambos niños recostados en el árbol comenzaron a hablar de cualquier cosa que se viniese a la mente, no tenían preocupaciones, puesto que eran solo unos críos de 4 años no se hablaba de mucho, pero todo cambio al empezar a hablar de poderes, ambos se cuestionaban sobre cuando obtendrían sus dones o que tipo de dónde tenían cada uno se imaginaba como alguien fuerte, capaz de salvar cientos y cientos de personas en el mundo y poder ser reconocido como un héroe, siendo tan pequeños añoraban tanto que uno se cuestionaría sobre que cosas ven los niños.

—sabes, algún día me convertiré en el héroe N° 1, al igual que All Migt— menciono, en su voz se escuchaba un aire de grandeza de superioridad era alguien egocéntrico para tener solo 4 años

—yo también seré un héroe, uno igual a All Migt— respondió a sus palabras el más pequeño con una voz débil pero que daba una chispa de alegría

— JA JA— rio de manera sarcástica —para que seas como All Migt tienes que ser alguien fuerte y no un llorón como tú—

—¡no soy un llorón!— contesto con la voz quebrada, casi al borde de las lágrimas

—claro que lo eres, mírate quieres llorar— señaló los ojos llenos de agua, la nariz y mejillas sonrojadas

—¡no es cierto!— el vaso de agua se derramó por completo, trato de retener las lágrimas pero al final no pudo, su rostro empezó a mojarse cada vez más soltando leves gemidos de tristeza, al final el era un niño pequeño.
Por parte del pequeño rubio, su primera reacción fue reírse pero su alegría cambio, negatividad y luego a desesperación al ver que el pequeño no paraba de llorar, ya lo tenían colgado de un hilo puesto que más temprano por la tarde lo había hecho llorar y su mamá lo amenazó que si seguía haci sería castigado quitándole todo lo que le gustaba; así que empezó a tratar de calmarlo diciéndole que le daría dulces, no funcionó, que le dejaría venir otro día, no funcionó, le soborno con prestarle sus juguetes nuevos, tampoco funcionó, su mente no sabía que más hacer así que le no le quedó de otra más que abrazarlo, estaba desesperado así que no encontró otra solución ya antes había visto a la mamá del más pequeño que hacía para calmarlo así que con todo el desagrado del mundo no tenía otra opción.

—tranquilo, si serás un héroe, uno muy fuerte, pero cálmate ya— eh hizo un esfuerzo, yo no esperaría más de el sabíendo como era él.
Tenía la suerte de su lado ya que el pequeño cesó de a poco el llanto apoyando su sostro serca del hombro del rubio
—y limpiate la cara que me da asco verla asi—

El pequeño rizado al final se fue a casa, ya que un rato más tarde vinieron por el, la casa se volvió más tranquila y el pequeño se recostó en el sofá cansado deseando poder dormir y consiguiendo lo deseado.
Sus padres sabían de su carácter, los maestros conocían su personalidad, sus compañeros sabían que no debían molestarlo o hacerlo enojar; todos sabian que era un bomba de tiempo algo que explotaría rápidamente y arrazaria con todo a su paso.
Así era el...











—Danian Bread—

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⏰ Última actualización: Feb 26, 2023 ⏰

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