𝐏𝐥𝐚𝐧𝐭𝐞𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨

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HABLA MAEL.

La cabeza me da vueltas, no se si el sol está saliendo o está ocultándose, muevo la mano en dirección mi celular, pero choca con todas las botellas alrededor, logro alcanzarlo, y lo jalo pesadamente a mi, miro la pantalla del celular y veo que son las 5.00 p.m. , cierro los ojos pero los abro de golpe al percatarme que he dormido todo el día.

-Mierda, mierda.

Me levanto de la mesa adolorido, me dirijo a la alacena pateando sin querer algunas latas de cerveza y sacó lo primero que encuentro, frituras de las que más me gustan, tomo un poco de las mismas de un puñado y me las meto a la boca, debo estar presentable para ver a Elizabeth mañana, pero estoy tan enojado aunque prefiero sacar otra botella y beberla poco a poco, el mensaje de Elizabeth pasa por mi cabeza.

"Te detesto Meliodas, te detesto."

Sigo bebiendo sin más, necesito agarrar valentía para enfrentar a Elizabeth, aunque se que el alcohol no es una opción, pero no puedo evitarlo, Mi rutina es comer frituras luego beber, y así sucesivamente.

Me duele la cabeza a horrores, miró nuevamente el celular. 5.00 a.m. del domingo. Perdí mi tiempo en beber y ser un estúpido de lo peor.

Se que debo arreglar todo para cuando llegue Elizabeth, con dificultad me levanto poco a poco y empiezo a tomar varias latas y las aplastó para meterlas en la basura, ni siquiera separo la orgánica de la inorgánica para que sea más rápido, aunque llevo rato arreglando la cabeza me sigue dando de martillazos pero quiero acabar pronto, extiendo la mano y empiezo a jalar todas las migajas de botanas a un bote de basura.

Después de quitar toda la basura abro la ventana del balcón para que la brisa entre y me llene los pulmones, salgo y suspiró pesadamente, y ahí notó lo horrible que apesto, me llevo la mano a la cara.

"Soy un desastre"

Entró al departamento y cierro solo un poco la ventana, me dirijo al bote de basura, cierro la bolsa y al bajar las escaleras voy a los basureros al lado del departamento, Tiro la basura, en ese momento la conversación de hace dos noches regresa a mi cabeza.
Todo lo sucedido con mi hermano es raro, lo siento irreal, pero, eso me vuelve a mis sentimientos justo antes de hablar con todos en casa de Sariel y Tarmiel.

Entro al departamento, dejo el bote en la cocina y me dirijo a la habitación, la cama está desordenada, así que dispongo a arreglarla, al levantar las sábanas, percibo un mal olor, las retiro y aprovecho para quitarme la playera también.
Pongo todo sobre la cama y la envuelvo para dejarla sobre el cesto de ropa sucia, empiezo a desvestirme y me dirijo al baño, abro el agua de la ducha y cierro la puerta.

Me miro al espejo...tengo ojeras, pero no al punto de ser preocupante, la escasa barba que tenía a crecido, pero sé que debo de quitarme el exceso.

El vapor empieza a empañar el espejo, pero yo me mantengo imparcial.

"Cómo desearía que ya estuviera aquí"

Pero no, se fue con sus amigas y yo me siento deprimido, solo y muy culpable de todo lo que pasa y como un estúpido por mis celos. Aunque, nunca he sido celoso, hasta ahora, pero en verdad siempre he pensado lo raro que es la gente celosa, a mí nunca me provoco celos nadie, tampoco Elizabeth es esa clase de mujer.

Me retiro el resto de la ropa, respiro pesadamente y entró a la ducha.

Entonces...¿Porque me siento así solo con un sujeto como el? Honestamente no lo sé, y tristemente no puedo decirle nada, porque es el paciente de mi mujer.

Mi Druida FavoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora