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El mundo no es un juego en el que debes respetar las reglas para poder ganar. Siempre hay piezas que se saltan las normas y peones que se vuelven contra ti.

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El cielo siempre gris y egoísta ha dejado que los rayos del sol calienten Inglaterra.

Hoy tuvieron la opción de verse en el patio, pues el hermano mayor estaría en clases de esgrima y él por su parte podía descansar de sus clases particulares.

—Que pena que lo del vasito no haya funcionado.

Emma se refería al experimento sugerido por su mejor amigo, con el cual podían estar en contacto si es que él se sentía muy mal. Lamentablemente el cordón no era tan largo para soportar la distancia.

—... Sí... —concuerda el apenado gemelo menor.

—¡Pero así podré verte más seguido!

—E-eso es verdad.

La de cabellos anaranjados y eterna sonrisa lo jala de la mano y lo invita a seguirlo por los prados. El rostro del pequeño Phantomhive era una poesía de cientos de estrofas que hablarían sobre su sonrojar.

—¡Ven, vamos! —exclama la niña —¡Vamos a que conozcas mi casa!

—¡P-P-pero, Emma!

—¡Todo estará bien, porque estás conmigo! —asegura ella mientras se adentran al bosque.

“Porque estas conmigo”

“¿Entonces sin ti las cosas van mal?

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—Madame Red, ya van como dos veces que estoy explicando lo mismo.

—Venga, ni que te vayas a morir por dolor de garganta.

—No pero si la distracción fuera enfermedad, ya estarías bajo tierra.

—Yo también te quiero Ciel.

Lau ríe con Ran-Mao en su regazo y continúan bebiendo de la taza de té. ¿Hace cuanto que estaban en la mansión de Londres para hablar de temas respecto a negocios y trabajo?

—Lo que sea. Si te sientes mal puedes retirarte.

—Me lastimas, querido. —Angelina alza una ceja —, solo andaba pensando en mis asuntos, ya lo sabes.—confesó la de rojo.

—¿Qué tanto puede angustiarle a una mujer tan determinada como usted? —pregunta Lau desde su cómodo sofá.

La pelirroja voltea hacia el asiático y a pesar de su común sonrisa no piensa en absoluto que lo haga por preocupación.

Ella niega :—Nada, nada. —hace gestos con su mano —, puedes continuar que te estoy escuchando atenta.

El conde volvió a iniciar su explicación siendo interrumpido un par de veces por el hombre chino. Y en efecto, Angelina se volvió a perder en sus pensamientos.

No eres él [Black Butler/The promised neverland] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora