Cap.9: "La prueba"

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Ese Domingo seria EL DÍA, o más bien la noche, Brian se encontraba de fin de semana con su novia, Freddie "cancelaría a último momento" y no quedaría nadie más que Roger y yo solos los dos, nada podía salir mal... Bueno sí, mis inseguridades, yo era quien peor podía sabotear todo ¡Pero daría lo mejor! Me cambie de ropa mil veces frente al espejo probando distintos atuendos desde el más formal al más "cool", para terminar poniéndome lo mismo de siempre: Unos Jeans y una camisa. Sentía una montaña rusa de emociones sin poder dejar de pensar en los posibles escenarios que podrían cobrar vida aquella noche, cuando creí que tendría un colapso nervioso al notar que había llegado quince minutos temprano a lo de Roger ¡No puedo presentarme tan temprano! Mejor doy una vuelta a la manzana y...

- ¿John?
- ¡Ro-Roger!

Voltee dispuesto irme cuando me topé con Roger parado detrás de mí a punto de entrar a su casa, llevaba una bolsa en la mano, al parecer había salido a comprar algunas cosas antes de que llegáramos, y yo ya estaba ahí como un idiota.

- Llegaste temprano, pasa, justo había ido por unas cervezas y snacks

Entro invitándome a pasar, su casa no era muy diferente a la mía o la de Freddie, era un pequeño departamento en alquiler como el de cualquier estudiante, solo que con una gran batería en medio de la sala, ubicada frente al único sofá, detrás una pequeña mesa con dos sillas, ciertamente el instrumento le ocupaba más de la mitad del espacio y en un ensayo no hubiéremos podido entrar cómodamente sin chocarnos.

- ¿Sabes si Freddie ya está en camino?
- Ah... Respecto a eso... Me dijo que no va a poder venir, le surgió algo con Mary
- ¿Qué? ¿Enserio? Que mala suerte

En ese momento temí que Roger fuera capaz de echarme de su casa, sin Brian ni Freddie presente no tenía porque seguí en pie la reunión, pero mis miedo se apaciguaron al verlo quitarse el abrigo indicándome que haga lo mismo, los arrojo sobre la mesa y saco dos botellas pequeñas de cerveza lanzándome una, acto seguido abrió un paquete de papas y se desplomo sentándose en el sofá.

- Ven, siéntate

Sonreí bebiendo mi cerveza y me senté a su lado ¡Funciono! Agradecí en mi mente eternamente a Freddie por su magnífico plan y me dispuse a disfrutar de aquel momento a solas con Roger. Charlamos trivialidades por un rato sin dejar de llenarnos con frituras, hablamos de películas, música, un poco sobre la universidad, Roger realmente no mostraba mucho ánimo por continuar Odontología pero tampoco estaba muy seguro de que hacer con su vida, yo le conté lo mal que me estaba yendo en mi carrera para que no se sintiera tan mal y reímos un rato burlándonos de los profesores y algunos compañeros, contándonos anécdotas y tonterías que nos habían ocurrido, la estaba pasando muy bien cuando de pronto el tema de conversación viro sobre la banda, e inevitablemente sobre los dos faltantes.

- Parece que hoy es noche de parejas ¿Verdad?
- Si jejeje

Sabía muy bien que se refería a Brian y Freddie con sus novias, pero ante ese comentario no pude evitar pensar en nosotros también como una, bebí un poco de cerveza para callar mi risa nerviosa y mis pensamientos cursis de niña enamorada.

- Dime John ¿Tú no tienes novia?

Vi a Roger estirando su brazo en el respaldo del sillón por arriba de mis hombros y no supe si me sentí acorralado por el gesto o por la pregunta, trate de aguantar la respiración para no ahogarme terminando de beber mi cerveza mientras pensaba la respuesta.

- Eh... No... No tengo suerte en ese ámbito
- ¡No te creo!
- Bueno... Hay una chica que se llama Verónica... Pero no es nada serio
- ¿A si? Nunca la mencionaste

Me encogí de hombros, en realidad no es que me fuera mal, Verónica era una gran amiga con la que en su momento llegamos a tener algo, pero no paso a mayores, siempre me enfoque más en los estudios, o al menos hasta conocer a Roger Taylor, primer hombre quien me volaba la cabeza y por el que ahora mismo me sudaban las manos teniéndolo tan cerca en aquel sillón.

- Creí que tenías tu club de fans
- Jaja no, ese definitivamente eres tú, Roger Taylor
- ¿Enserio crees eso?
- Recuerda que hace solo semanas yo me encargaba de deshacerme de tus citas

Ambos reímos recordando aquel hecho, no sé de donde había sacado el valor para decir eso, no habíamos tomado mucho así que no podía echarle la culpa al alcohol, ni quería hacerlo, esa noche quería estar lo suficientemente sobrio para disfrutar cada segundo. Note como Roger se me quedo mirando con aquellos penetrantes ojos suyos que me hipnotizaban, me desarmaban, me desnudaban, me desconectaban del espacio tiempo por completo; yo me incline un poco hacia delante acercándome como si tan solo me estuviera acomodando casualmente en el solfa, y él sin disimulo bajo su mano del respaldo a mi cabello acariciándolo incluso más suavemente que aquella vez que lo había hecho en lo de Freddie, mientras la distancia entre nuestros labios se cortaba, cuando de golpe un timbrazo nos sobresaltó haciéndonos saltar en nuestros lugares y vi como Roger molesto se alejó de mi lado para atender el teléfono que no dejaba de sonar.

- ¿Diga? ¡Oh! ¡Hola Bri!

Quise haber escuchado mal, pero definitivamente aquel hombre al otro lado del teléfono quien nuevamente frustraba mi momento con Roger, era Brian, incluso a la distancia tenía el poder para destrozar mis ilusiones. Vi a Roger cambiar su expresión de molestia por picaras risitas apoyándose contra la pared mientras hablaba alegremente con él como colegiala enamorada, su sonrisa era aún más genuina que cualquiera que me hubiera mostrado a mí, espere paciente paseando la vista por la habitación, intente distraerme mirando unos poster de "The Who" y "The Beatles" que había en la pared amenazando con despegarse del papel tapiz, cuando mire nuevamente el reloj notando que ya habían pasado treinta largos y tediosos minutos en los que Roger seguía charlando animado entre risas con su amado Brian jugando a enroscar y desenroscar entre sus dedos el cable del teléfono, supe que se había olvidado por completo de mi presencia, otra vez. Comenzando a darme nauseas me levante del sofá en busca de mi abrigo, y recién cuando estuve frente a la puerta a punto de salir Taylor pareció notar que algo no andaba bien.

- Bri, espérame un momento ¿John, que pasa?

Vi por el rabillo del ojo como, lejos de cortar, hizo a un lado el auricular tapándolo con la mano, la verdad no quería preocuparlo, ni mucho menos interrumpir su estúpida conversación con su estúpido amigovio, ya estaba claro que yo estaba de sobra, allí y en su vida.

- Debo irme, no me siento muy bien
- ¿Te duele algo?
- No... Es más bien... Anímico
- ¿Qué sucede? Dime, sabes que cuentas conmigo

Escuchar eso me quebró ¿Enserio? ¿Contar contigo? Aquello sonaba tan irónico en aquel momento que no supe si lo estaba diciendo enserio o me estaba viendo la cara de idiota, intente contener mi rabia mordiéndome el labio, pero todo aquello ya me superaba, voltee mirándolo seriamente.

- ¿Y cuándo seria eso? Porque siempre estas con Brian

Vi la cara de asombro y confusión que se dibujó en la cara de Roger y fruncí el ceño tomándome la cara ¿Qué estoy haciendo? ¿Realmente le estoy haciéndole una escena de celos? Negué con la cabeza pensando en lo estúpido que soy, ya ni siquiera quería saber qué pasaba por la mente de Roger, solo quiera desaparecer.

- Lo siento, gracias por todo...

Salí por la puerta echándome a correr, ya había hecho suficiente el ridículo por hoy, escuche los gritos de Roger llamándome desde la puerta, pero nada de lo que dijera me haría regresar.

Mis miedos por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora