EPISODIO 11: Difícil decisión.
Rosalie salió del castillo, corrió y corrió sin mirar atrás hasta llegar a casa milagrosamente, sin ser herida por ninguna bestia por el camino, ello se debía a que quizás era de día y no despertaba interés entre ellas. Cuando llegó a casa su padre aún dormía, parecía que era temprano, parecía que acabase de amanecer, era como si no se hubiese marchado al castillo en busca del amo... el amo... no podía creer que fuese un monstruo, que hubiese devorado a toda su familia.
Rosalie permaneció inquieta toda la mañana, el haberse enterado de que la persona que ella amaba era un asesino... había acabado con todos sus principios. Decidió olvidar todo lo referente al castillo, olvidaría al amo, a su madre, a Lois, a todos. Nunca volvería a encontrar el castillo, nunca hablaría con nadie de ello. Por otra parte su madre la había abandonado para quedarse junto a un monstruo, ¿Por qué se quedaría al lado de semejante ser?.
Horas más tardes, su padre despertó y Rosalie actuó como si nada hubiese sucedido, sacando una alegría y entusiasmo de su interior, intentando olvidar todo lo vivido en El Castillo Triste. Y juntos atendieron a los clientes de aquel día...
Todos parecían estar realmente curiosos por el cambio de humor tan repentino de Rosalie, nada le molestaba, todo le parecía bien, e intentaba sonreír todo el tiempo, cuando en su interior solo albergaba dolor.
- ¿Por qué está tu hija hoy tan feliz? Charlie.- preguntaba uno de los clientes tras pagar al anciano las baguettes de aquel día, sin que Rosalie pudiese oírles.- ¿Ha sucedido algo de lo que debamos enterrarnos?.- inquirió el hombre lleno de curiosidad.
- La verdad es que no tengo ni idea de que es lo que le sucede.- admitió el anciano mientras ambos admiraban como Rosalie le entregaba algunas bachatas a Doña Josefina.
Los días continuaron pasando, tranquilos y sosegados, todos en el pueblo parecían curiosos por el nuevo humor tan despejado de la joven, su padre se hallaba ya algo confuso por todo aquello, pues la joven no paraba de sonreír en todo el día y al llegar la noche seguía sonriendo, parecía que algo la atormentaba, parecía que quisiera ocultar su dolor mostrando al mundo una careta de felicidad. Por alguna razón Charlie lo sabía, ella había regresado al castillo...
Una tormentosa noche de verano, en la que las gotas caían fuertemente sobre el techo de la panadería, Rosalie cenaba alegremente junto a su padre, parecía tan feliz como de costumbre, pero en sus ojos se reflejaba muy bien la tristeza que la embargaba, solo su padre había parecido percatarse de aquello...
- Rosalie...- se hizo oír el hombre en el silencio de la noche que solo era interrumpido por la inminente lluvia que caía sobre la casa. – Has vuelto al castillo ¿verdad?.- proseguía el hombre mientras Rosalie le miraba desconcertada, ¿Cómo sabía su padre que así era? ¿Cómo podría saber él que algo no iba bien en su interior?
- ¿Qué? ¿Por qué dices eso, padre?.- preguntó la chica intentando desviar la mirada hacia otra parte, intentando no mirar a su padre directamente a los ojos.
- Es por tu comportamiento, te comportas de una manera extraña.- aclaró el hombre mientras ponía el tenedor sobre la mesa, en señal de que ya había concluido la cena.
- ¿Extraña?.- repitió la joven sin comprender a que se refería el hombre.
- Si hija, todo el día con ese entusiasmo, más de lo habitual, no es normal en ti, no se puede sonreír siempre.- aclaraba el hombre mientras notaba como a medida que hablaba la chica iba entristeciendo.- a veces hay que mostrarle al mundo la tristeza, tienes que llorar hija, o acabará haciéndote daño.
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El Castillo Triste | COMPLETA
Loup-garouPrefacio: En un triste castillo, muy difícil de encontrar, vivía un hombre extraño, el cual aparentemente no envejecía, era humano y con figura triste, que solía sentarse en su viejo sillón de terciopelo junto al fuego. Este hombre nunca podría ser...