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16.05.19 - 1.10.19

⚠️La información proporcionada en este oneshort puede no ser cien porciento exacta. Si bien investigue bastante para informarme sobre cómo funcionaba el alpinismo estoy casi segura de que alguna tecnicidad se me debe haber pasado. En el caso de que encuentren algún error que difiera con la realidad del alpinismo, tengan en cuenta que después de todo esto sigue siendo una fic pero estaría más que agradecida de que lo comenten con el afán de educarme más en todo el tema⚠️

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Cero.cero

-Asi que, porque no me cuentas un poco de esta gran hazaña que están por realizar, Javier - la chica rubia detrás de la cámara sonría abiertamente de oreja a oreja. Todo el maquillaje en su cara la hacia fácil de comparar con un payaso pero, ignorando todo pensamiento hostil, le dedique una sonrisa amable y comencé a hablar.

-Bueno, verá. Miguel y yo llevamos varios años escalando montañas...- contra cualquier pronóstico, mis palabras eran fluidas, con tono entretenido.

-Hace unos veinte años- interrumpió la entrevistadora.

-Si, veinte años- repetí, algo fastidiado por la interrupción - Durante los años hemos escalado montañas chicas, grandes, anchas. Hemos pasado por climas cálidos, fríos, tempestuosos. Hemos roto algunos de los récords más conocidos en la historia del alpinismo....-

Mi mirada se desvió hacia detrás de la cámara donde Miguel estaba empacando unas últimas cosas a su mochila de color verde desgastado. Sonreí con melancolía al recordar alguno de los momentos más importantes o más eufóricos de nuestro tiempo juntos como alpinistas. Como aquella vez que un ciervo ataco a Mike en El Monte Fuji, Japón - 3,776 metros - o cuando yo me había dormido profundamente una noche en El Monte Hood, Estados Unidos - 3,426 metros - y Mike pensó que me había muerto.

Curiosamente, las anécdotas que guardaba dentro de mi corazón no eran las más peligrosas; no eran en las que debíamos depositar toda la confianza en el otro, poner nuestras vidas en la mano del otro. Las memorias que más apreciaba eran las simples, las que el mundo no conocía o no comentaba. Los montes o valles que escalamos de los cuales no habíamos tenido que hacer ningún reportaje porque a nadie le importaba. Un pedazo de lo nuestro, algo que solo nos pertenecía a nosotros.

-Pero lamentablemente la edad está cobrando sus cuentas y nos veremos obligados a retirarnos próximamente- mis ojos se aguaron levemente recordando las múltiples peleas sobre el tema. Es complicado dejar algo que te apasiona y más si es debido a situaciones que estan fuera de tu alcance, pero después de mucho trabajo Mike había conseguido hacerme entender que por la seguridad de ambos no podíamos seguir haciendo recorridos tan altos como veníamos haciendo.

-Tomen esto como nuestro último debut, nuestro último premio antes de retirarnos- le di una media sonrisa a la cámara pues sabía que nuestros tan aclamados fans necesitaban entender que estábamos bien. Estaríamos bien.

-¿Cuando dices reiterar te refieres a oficialmente?¿Acaso esto significa que no volveremos a saber de ustedes después de que rompan este, cabe recalcar, imposible récord?- la entrevistadora comenzó a morder su lápiz y eso me ponía nervioso. Era un tema que todavía no habíamos discutido con claridad, pero estaba seguro de que no quería abandonar completamente el alpinismo.

-No, no. Por supuesto que no abandonaremos el alpinismo definitivamente. Solo nos abstraeremos de romper récords y hacer lo que se llama alpinismo extremo. Estamos listos para hacernos a un lado y dejar que otras personas más jóvenes tomen nuestro lugar mientras nos vamos a tomar un té a la orilla de un río -mi característico humor agrio se hizo paso entre mis palabras y rogue porque nadie lo notará o, que si alguien lo hacía, no se lo tomara personal.

﹁ Lαρsυs ﹂ [Mikellino O.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora