Bruce había aceptado la invitación de Tony de visitar la torre, al principio iba a quedarse unos días, que acabaron siendo semanas.
Estaban muy a gusto juntos, siempre tenían algo que experimentar o probar en el laboratorio, Bruce sonreía más estando con Tony, y este se portaba algo más serio. Se completaban muy bien, pero Bruce no quería quedarse por mucho tiempo allí. Así que se lo comentó a Tony.
Tony voy a marchar, no me siento cómodo estando mucho tiempo en el mismo lugar, necesito salir y ver otros lugares, seguir ayudando a la gente que vea que lo necesita y se lo merece.- dijo Bruce.
Bueno, me da pena que te vayas, espero volver a verte pronto, te echare de menos, desde que estas aquí mi vida es mejor que antes, gracias por venir estos días,- dijo Tony sentándose al lado de Bruce con una sonrisa.
No me iré para siempre, volveré pronto, sabes yo también estoy mejor cuando estamos los dos, la tristeza y depresión que tenía han desaparecido desde que estoy aquí, y te estoy agradecido por tu invitación,- dijo Bruce frotando el hombro de Tony.
¿Cuándo te vas?,- pregunto Tony mirando a Bruce.
Mañana temprano saldré de aquí,- dijo Bruce sintiendo pena por irse.
Después de la charla fueron a cenar, y estaban cansados de hacer tanto experimento así que se fueron a dormir.
A la mañana siguiente Bruce se levanto temprano, tomo un café rápido, cogió sus cosas y se fue antes de que Tony se despertaba, le era difícil despedirse de él.
La verdadera razón por la que Bruce se iba era Tony, estaba empezando a sentir algo por él, algo más que amistad, y tenía que poner tierra de por medio, para enfriar esos sentimientos o al menos calmarlos, no quería romper esa amistad tan buena que tenían. Ya se había acostumbrado a vivir con Tony, le echaría mucho de menos, pero debía irse al menos un tiempo.
A la hora Tony se levantó y al no ver a nadie en la cocina y no ver a Bruce fue a su habitación y vio que sus cosas no estaban e inmediatamente se sintió solo, y vacio, pero tenía que seguir adelante, seguro que volverían a verse pronto.
Pasaron unas semanas cada uno por un lado, Tony tenia algunos problemas de espalda y le habían recomendado ir a natación, así que se animó a ir a una piscina a nadar un rato, así se relajaría y también haría algo de ejercicio que nunca venia mal.
Fue a una piscina climatizada y cubierta al menos ahí no habría tanta gente, se cambió y se metió en el agua, la cual tenía una temperatura estupenda estuvo haciendo largos unos minutos, y descanso un rato, entonces se fijó en el chico que estaba sentado en una silla cerca de la piscina, no podía creer lo que estaba viendo, era Bruce. Salió del agua para ir a saludarle con tan mala suerte que pisó agua y se resbaló cayendo al suelo sobre el pecho, Bruce le vio cuando estaba en el suelo y se levantó corriendo hacia él.
Dios mío Tony ¿estás bien?, ¿te has hecho daño?, - dijo Bruce ayudándole a levantarse.
Hola Bruce, si estoy bien, que sorpresa verte aquí, - dijo mientras sonreía a Bruce
Bruce se fijó un momento en el pecho de Tony y vio algo que le alarmó.
¿Seguro que estas bien no te duele el pecho ni nada?,- pregunto Bruce
No noto ningún dolor por que lo dices,- dijo Tony algo preocupado.
Tony tienes el cristal del aparato rajado, no creo que tarde mucho en romperse,- dijo Bruce señalando el aparato.
Dios santo no me había dado ni cuenta, y no traje ningún repuesto conmigo, voy a tener que ir hasta casa para poder ponerme otro nuevo,- dijo Tony bastante nervioso.

YOU ARE READING
Volver a él
Short StoryBruce empieza a sentir algo por su mejor amigo Tony, y decide poner distancia entre ellos para que las cosas se enfríen, pero se reencuentran antes de lo previsto