Bajo un hechizo!

Con determinación

— ¡Chicos os hago la invitación a una boda, estará chulisima! ¡Venga, no se arrepentirán! — Habló el pequeño sol de hebras naranjas, apretó los puños de sus manos con gran emoción, y elevó las comisuras de sus labios. Los minutos pasaron, los enérgicos chicos del Karasuno terminaron aceptando y organizándose para ir a comprar ropa de gala, Shoyō por su parte ya había quedado de ir con Kageyama, razón por la que los demás se quejaron e inclusive les echaron carretilla... Así que Hinata tenia que defenderse, negando lo que sus compañeros insinuaban del par; aunque si lo hubiesen sospechado antes, no tendría el valor de negarlo ¿la razón? Fácil, hace unas dos semanas atrás, fue rechazado por el rey ...se dio por vencido, decidió dejar morir esos sentimientos por la paz y la verdad no lo estaba logrando...

Transcurrieron las horas y finalmente la fiesta llegó, las novias lucían realmente felices y acarameladas <<Que envidia>>, pensó Hinata mientras observaba la ceremonia de bodas, enseguida, escucho mucho escandalo en la parte de la entrada, así que giró la cabeza, habían entrado chicos del Shiratorizawa, Aoba Johsai, Nekoma y algunos que hasta la fecha desconocía por completo, pero entre esa multitud desconocida hubo uno, de cabello negro, particularmente corto y tez morena muy clara, que llamo la atención de Hinata.

—¡POR LA PUTA MADRE! ES UN BOMBÓN — Gritó creyendo que lo había pensado, pero al ver que el joven de hebras oscuras volteo a verle se dio cuenta de que en realidad lo había gritado <<Tragame tierra>>  Rogó desde el fondo de su ser, cubriéndose la cabeza con las manos y deslizando el cuerpo en la silla, con el fin de ocultarse, seguido de aquello un tipo rubio totalmente desnudo salio debajo de la tierra a tres metros de las novias, Shoyō se apretó los labios para evitar reír por la cara del padre y después los amigos de el rubio, se lo llevaron para ponerle ropa...bueno, al menos se estaba divirtiendo, cuando la ceremonia de boda se acabo,saco su celular para actualizar su estado en twitter. Apretó el botón de apagado, cuando de repente una voz dulce y grave, le llamo por la espalda.

—Disculpa...te ví hace unos segundos y pensé que no podia perder la oportunidad de poder hablarte, Me llamo Hyuuga...¿puedo sentarme?

—¡C-CLARO QUE SÍ! —

Dijo Shoyō gritando por la incredulidad de poder hablar con semejante chico, en realidad...aun no se la creía. Noto como algunos del Karasuno los fulminaban con la mirada, se sintió tan incomodo que alzó los hombros y al parecer Hyuuga lo noto, puesto que le tomo de la mano y con una sonrisa amable en los labios, beso el torso de esta,demonios, ese chico sabia cautivar.

— ¿Prefieres mejor ir a la mesa de dulces pequeño? Digo...te noto un poquito tenso ¿o quieres que me valla? —

Preguntó Hyuuga acomodándose los lentes con la mano que le quedaba disponible, en realidad si le interesaba conocer mas a fondo al joven de hebras naranjas, Hinata por su parte solo asintió y se puso de pie caminando hacia la mesa de los dulces.

—¿Como te llamas? — preguntó Hyuuga mientras llegaban a la mesa— Digo...si se puede saber.

—Oh, claro, mi nombre es Hinata Shoyō —Respondió con la cabeza hacia abajo, observo las manos que se encontraban agarradas y apenas llegaron a la mesa; Las manos se soltaron, algo un poco triste — ¿Tienes pareja Hyuuga-san?

—¿Eh? Valla...justo al grano, que interesante eres Shoyō-chan — Respondió acariciando la mejilla del menor — Pues no, no tengo pareja para tu suerte— Confesó.