Capitulo 35

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—¿Seguro que esta falda no es demasiado corta?

Cuatro horas después, __________ se miraba en el espejo de una tienda sintiéndose terriblemente desnuda. Era como ir en ropa interior y poco más. De repente, se le ocurrió que la podrían meter en el calabozo por escándalo público y se imaginó a James negándose a pagar la fianza al no reconocerla como su esposa.

—Tiene usted unas piernas maravillosas, señora.

—¿Por qué las esconde? —Contestó la estilista—. No hay muchas mujeres que se puedan poner esta falda, pero usted tiene suerte. Además, la blusa le queda de maravilla. Está usted de lo más glamurosa.

__________ se miró una y otra vez, evaluando la tela plateada de corte de atrevido que dejaba buena parte del escote al aire.

—Mi padre me mataría si me viera así vestida...

—A casi todas nos mataría nuestro padre si nos viera así vestidas —sonrió la estilista—. Esta ropa no está diseñada para enseñársela a nuestro padre sino para nuestra pareja, es ropa para seducir.

Seducir.

Exactamente lo que __________ quería.

Desde luego, era el tipo de ropa que llevaría cualquiera de las amiguitas delgadas de James.

—¿Me hace gorda? —preguntó __________.

—¿Gorda? —Se sorprendió la estilista—. Pero si tiene usted un cuerpo maravilloso. De gorda, nada. No, en absoluto. Tiene usted curvas en los lugares correctos, en los sitios donde les gusta a los hombres que las tengamos. Prepárese para que todos vayan a por usted en cuanto la vean.

—Bueno... ahora lo único que me falta es cortarme el pelo.

—No, no se lo vamos a cortar. Lo tiene muy bonito en ese largo. Sólo lo vamos a capear y a añadir unos reflejos para resaltar su color natural.

_________ jamás había ido a una peluquería, así que se puso en manos del peluquero cruzando los dedos. El hombre le hizo un tratamiento suavizante profundo y, a continuación, procedió a cortar pequeñas capas de pelo hasta que la melena le enmarcó la cara y caía sobre sus hombros de manera muy seductora.

Sorprendida por el cambio e incapaz de dejar de mirarse al espejo, _________ se quedó sentada muy tranquila mientras una chica le hacía las uñas y otra la maquillaba.

Desde luego, si las chicas que salían con James tenían que pasarse tantas horas poniéndose guapas, no era de extrañar que no tuvieran tiempo para compromisos serios ni para trabajar.
Estar guapa era una ocupación a jornada completa.

Cuando salió del salón de belleza y se metió en la limusina que la estaba esperando, le flaquearon las fuerzas y comenzó preguntarse si iba a ser capaz de llevar adelante su plan porque no era solamente vestirse sexy.
Además, tenía que sentirse sexy.

Lo cierto era que se moría de ganas por ver la cara de James cuando se diera cuenta de que su esposa podía ser una sirena sensual.

Al comparar su apariencia actual con la apariencia que había tenido antes, se dijo que no era de extrañar que James sólo pensara en ella en términos de maternidad.

Pero las cosas estaban a punto de cambiar.

Cuando la viera, se iba a dar cuenta de que su esposa, además de esposa, era una mujer sexy y seductora.
Su relación iba a mejorar.

Aun así, cuando el coche paró ante la discoteca en la que Max le había dicho que estaría James aquella noche, _________ se dio cuenta de que se la estaban comiendo los nervios.

—No me espere porque voy a estar un rato —le dijo al conductor.

A continuación, entró en la discoteca saludando al portero y bajó con cuidado las escaleras de mármol que llevaban a la oscuridad del interior, donde había luces de colores y la música estaba muy alta.

_________ se detuvo y se quedó mirando el espectáculo, sorprendida por la atmósfera frenética. Cuando sus ojos se acostumbraron a la falta de luz, se dio cuenta de que era un lugar muy grande, con una pista de baile en el centro rodeada de sillones y una barra super moderna hecha de cristal y de cromo.

Fascinada por la vibrante energía de las personas que bailaban en la pista, _________ se quedó mirando con admiración y un toque de envidia cómo una mujer levantaba los brazos y movía las caderas, invitando a su compañero. Observó a unas cuantas más en busca de pistas de cómo bailar con aquellos tacones tan altos que llevaba.

—¿Quieres bailar? —Le preguntó un hombre que se había colocado a su lado—. No me puedo creer que una chica tan guapa como tú esté sola.

_________ se giró y se encontró demasiado cerca del hombre.

—Oh, no... No estoy sola —contestó dándose cuenta de que el hombre tenía la mirada clavada en su escote—. Estoy con mi pareja.

—¿Y te ha dejado sola? ¿Está loco? —insistió el desconocido acercándose todavía más.

—Yo... eh... —contestó __________ buscando entre la multitud.

Se sintió muy aliviada al ver James entrando en la pista de baile, pero el alivio le duró poco al ver que iba de la mano de una rubia preciosa. Era la misma rubia de la noche anterior, pero con distinta ropa.

—Ya lo veo —dijo avanzando hacia la pista de baile.

Una vez allí, se abrió paso entre las parejas hasta llegar a James, que no la había visto acercarse y estaba muy sonriente bailando con la rubia de ojos azules.
_________ tomó aire y le dio un golpecito en el hombro.

—Hola —lo saludó. James se giró.

—¿_________? —Exclamó sorprendido e incrédulo—. ¿Qué haces aquí?

Sin noche de bodas [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora