Una Gran Mentira

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Narrador

Ahora que (Tn) está a salvo en la Academia Miss Robichaux; Cordelia, Myrtle, Zoe, Coco y Mallory se dirigieron a la estación de gasolina en donde había sido asesinado John Henry. Reunieron todas sus cenizas y regresaron a Nueva Orleans para que Mallory hiciera su última prueba.

Antes de que la Suprema y las otras brujas regresarán, (Tn) se encerró en el baño de su habitación junto a Lila y su sombra para realizar el Descensum. Debía ser rápida, no estaba segura de cuánto tiempo tenía para ir y regresar, si tardaba mucho era posible que volviera a quedarse atrapada en el infierno.

- Deduce me in tenebris vita at extremun, ut salutaret inferi...- Recitó el conjuro con sus ojos cerrados y sintió como su cuerpo se relajaba poco a poco. - Descensum.-

Cuando abrió sus ojos ya se encontraba en el interior de una casa consumida por el fuego que provocó la última vez que estuvo aquí. Había regresado exactamente al mismo lugar en donde estuvo encadenada, subió por las escaleras y salió de la casa.

La calle estaba sola, el cielo nocturno y un silencio sepulcral fue lo único que encontró, ahora estaba completamente sola porque su sombra y Lila la estaban cuidando allá arriba. Al menos ya no había nadie que pudiera lastimarla, pero aún así se sentía angustiada.

- Este lugar me pone los nervios de punta.- Giró sobre sus talones viendo todo a su alrededor. - Suficiente.-

Despertó en busca de aire y Lila meneó su cola contenta de ver que su dueña había regresado a salvo.

(Tn) estaba aliviada de haber regresado, pero su felicidad se esfumó al entender lo que acababa de pasar. Superó las Siete Maravillas y eso la convertía en la siguiente Suprema, lo que significaba que Mallory no podría revivir al hechicero que venía en camino.

La ojiverde se levantó de inmediato y recogió todas las velas y el libro que usó, bajo al salón principal encontrándose con Queenie y Madison.

- ¿Qué haces aún despierta?- Preguntó la pelinegra.

- Bajé por algo de comer.-

- ¿A esta hora?- La miró Madison.

- Yo también tengo hambre, comamos algo.- Queenie interrumpió a la rubia y camino junto a (Tn) hacia la cocina.

Sacaron dos rebanadas de pay y se sentaron en el comedor. Montgomery solo se sentó junto a ellas y encendió un cigarrillo. (Tn) disfrutaba de la compañía de Queenie y Madison, aunque con la última había tenido un pequeño roce cuando se conocieron en el bosque, ese asunto ya estaba olvidado.

Cerca de la media noche Cordelia y las demás llegaron a la academia, Madison, Queenie y (Tn) se les unieron para ir a la sala para presenciar la resucitación de John Henry.

 
- Bien Mallory, llegó la hora.- Cordelia le sonrió a la castaña. - Tráelo de regreso.-

Mallory asintió y dio un paso al frente, en el piso se encontraba la caja con las cenizas del hechicero. Extendió sus manos y respiro profundo. Se concentró lo más que pudo, recitó el conjuro en voz baja, pero nada ocurrió en los primeros segundos. Su poder no fue suficiente y (Tn) lo sabía perfectamente, sabia que Mallory no lo haría porque ella no era la siguiente Suprema.

(Tn) se aseguró de que nadie la observará, todas tenían su atención fija en Mallory, así que apretó sus puños y con su poder revivió al hechicero.

Cuando el hombre apareció frente a todas las brujas Mallory estaba sorprendida y las demás sonrieron felices de saber quién era la nueva Suprema. Claro que nadie de ellas sospechaba de que todo era una farsa y que en realidad (Tn) era la nueva Suprema.



El Diablo En Mi •Michael Langdon X (Tn)•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora