Gloria, Honor y Sangre!!! La caida de los Dragones.

Batalla Queretaro.

-Esto es una mierda, deberia estar en casa descansando, pero no, deberia ser un jodido militar y ahora terminar en este lugar- escupio al suelo mientras sostenia en alto su pica de 4 metros de largo y necesitaba usar sus 2 manos para poder blandirla hacia adelante, cubierto con una armadura de cuero y una espada colgando de su cinturon, miraba con cansancio se pregunto si lo mejor haber rehuido de sus obligaciones y estar tomando un pulque en la comodida de su hogar.

2 hombres detras de el pasaban sus lanzas cerca de el, eran formaciones defensivas, compuestas en falanges, combinando con poderososo escudos paveses al frente con muchachos jovenes que tenian espadas a mano, su deber era matar quienes atravesaran sus formaciones.

Conformados en filas de 20 hombres por columnas de 15 hombres de profundidas, 60 unidades ahora en ese momento formados en linea recta un total de 18,000 hombres con las banderas de su señor, el Tigre de Tacubaya estaban listos para pelear contra el enemigo, detras de ellos, 10 unidades de arqueros estaban disparando una tanda de flechas, mientras otras 10 unidades de encontraban de reserva, las banderas revoloteaban con el Tigre devorando al enemigo y 2 unidades artilleros màs las tropas Elites de guardias.

El cielo se lleno con los ataques de la catapultas, rocas y màs rocas que rompian las formaciones enemigas que se acercaban lentamente.

-Pasos para atras- ordeno su oficial-1-

-1- gritaron, retrocediendo un paso-

-2-

-2-......

seguian retrocediendo, el enemigo lanzaba sus flechas y tambien provocaba bajas, la ventaja de estar en frente era que podria cubrirse de las flechas por esos largos escudos, espero a que el enemigo llegara lentamente, ellos tambien tenian picas largas, por lo que este duelo era resistir el desgaste de la lluvia de flechas, seguian retrocediendo, al menos el campo de batalla, era plano y permitia movimientos, lanzo su lanza hacia al frente, el enemigono tenia escudos como los de ellos, por lo que mato a un traidor.

Sonrio al menos lo bueno de un empleo de mierda era que le era divertido matar, alejo su lanza rapidamente, el enemigo cayo al suelo muerto, uno pero las ordenes seguian ordenando que retrocedieran, siguio retrocediendo al unisono, fue una mala idea presentar batalla el enemigo los superaba demasiado en numero, eran tropas extranjeras con tropas mexicanas, el anciano sanguinario no se habia equivocado al deducir que los traicionarian pero presentar batalla superados 3 a 1, era una imbecilidad.

Sintio el calor en su rostro, el sudor cayendo por su rostro, su cuerpo caliente y tambien humedo por el sudor, dolor en sus piernas y en sus brazos, los dedos de sus manos entumecidos, sus respiraciones agitadas y tambien fastidiado, a pesar de ser un suelo palno, habia rocas o pequeños hundimientos era malo.

El enemigo era muy cauto y sus unidades eran màs grandes, al menos cada unidad de 500 hombres en comparacion a las 300 de ellos, subio un cadaver...casi perdio el equilibrio, miro de soslayo por las aberturas del gigantesco escudo para ver si el hombre frente a el cometia errores, seguian perdiendo hombres tanto como el enemigo.

-Por Dionisio necesito una jarra de buen vino- dijo sediento y cansado, pero se mantuvo en posiciòn la batalla de Queretato seguia en marcha y estaban perdiendo...tanto terreno cedido, era su derrota.

.

-Ataquen- grito un oificial al ver que su ejercito tomaba la ventaja y un enemigo que ha sido obligado a desplegarse, despues al ver que el enemigo seguia retrocediendo y la lluvia de flechas entre los 2 bandos a pesar de lo impresionante no provoca demasiadas perdidas, primero porque usar un arco no es tan facil y tambien porque el aire y la gravedad màs sus defensas hace que solo un par de flechas afortundadas sean letales, el avance de su poderoso ejercito pronto conquistara este pedazo de tierra, y sus seguidores pronto seran señores y principes.