Ese día te escribí una carta, una carta que nunca llego a tus manos, obra del destino no se o es que tal ves esas letras no eran para ti, por eso llego nueva mente a mis manos. me acuerdo lo feliz y emocionada que estaba cuando escribía letra por letra en ese papel; un papel que representaba mi piel porque en cada letra, palabra, frase, iba reflejada un pedasito de mi, de lo que sentía por ti; era tan emocionante lo que estaba haciendo, ya nadie hace eso y menos una mujer a un hombre, me inspire en ese amor a la antigua, ese amor romántico donde los enamorados expresaban su amor y todos sus sentimientos. pero al aparecer la única enamorada era yo.
Después de aquella vez pasaron días, el paquete junto donde se encontraba aquella carta se encontraba aislado en un lugar de la casa, que hacia aun ahí, no se, quizás esperaba aun que fueras por el, que llegaras a buscarlo o nuevamente intentar recibirlo, o quizás no quería romperlo y echarlo a la basura, dejarlo de recuerdo para que no se me olvide nunca que mientras yo te decía te amo entre letras, mientras yo escribía en una frase mis deseos de volver a verte, estar contigo, mis sueños de unirme a ti para siempre y expresarte entre tinta y papel lo mucho que te extrañaba tu ya me estabas olvidando en brazos de otra.
Pero decidí abrirla leer todo eso que sentía por ti y darme cuenta que te perdiste la mujer que mas te amaba en este mundo, por la mujer que te dejara mañana cuando se canse de ti. Rompí ese papel, si ese papel porque ya no era una carta, las cartas solo son para enamorados y de tu parte nunca fue amor y de la mía solo fue una ilusión; porque cuando se ama es de dos.
