Atardecer

Siempre Lo Mismo

- Así que...¿Vas de nuevo con lo mismo?

Escucho a mi padre pero no tengo ganas de generar algún sonido para afirmar o negar esa pregunta. El brillo de la tele me hipnotiza mientras agarro mis rodillas sentado en el sofá.
Mi padre empieza a cortar, posiblemente algún vegetal, últimamente se le ha dado por cambiar nuestra alimentación, dice que la salud es primero y no sé que chorradas, todo porque fue a esa conferencia de salud. Tan solo quiero estar sentado con la vista ocupada y que mi mente despegue para ya no preocuparme más de las cosas a mi alrededor.

- Espero tengas hambre, hoy es caldo de frijoles con queso panela.

Vaya. Al final esto aunque sea saludable, me gusta. Veo como deja el plato mi padre en la mesita de enfrente. A pesar de que quiero alejar mi mente no puedo dejar de oler ese olor a recién hecho con su vapor mostrando su alto pero delicioso calor.

- Andale, come, que se enfría. Ya me iré a dormir, mañana es un largo día, te quiero hijo.

Me sacude la cabeza antes de irse. Maldición, se ve bien ese caldo. Mi padre es bueno conmigo, a pesar de estar trabajando tan noche en el hospital siempre de una u otra forma encuentra poder estar conmigo. Aunque sea un rato. El sabor de mi cena lo confirma, esta rico, lo suficiente para despejar mi mente y solo pensar en su sabor. Esta sensación de hogar es la que me gusta sentir por todo mi cuerpo, que quisiera tener todo el tiempo. La sensación de estar cómodo con todo mí alrededor y dentro de mi. Al menos esta noche, quiero olvidarme de todo, ser solo yo disfrutando mi cena.