v e i n t i u n o .

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—Vamos, hay que ir tras él.

—Sí.. Hay que ir tras él— Musitó con mucha timidez, yendo directo hacia la puerta para salir junto a Bin a su habitación.

Los dos se detuvieron al frente de la puerta del dormitorio, mirándose entre sí con muchos nervios recorriéndoles por su piel. Realmente no sabían si Kenta iba a guardar ese secreto o esto sería el fin para la bonita pareja.

Realmente todo dependía de ese pequeño chico.

Bin tomó la perilla de la puerta mordiendo su labio inferior nervioso, y luego sin pensarlo más, la abrió poco a poco siendo el llanto del pequeño rubio quien llenaba la habitación en un llanto desconsolado, arrinconado en una esquina de la habitación.

Su llorar realmente era desgarrador mientras jalaba con impotencia de su cabello al estar un poco hundido entre sus piernas.

—K-Kenta... Tenemos que hablar, por favor— Habló Bin tratando de acercarse en pasos lentos al menor. El rubio levantó su triste mirada hacia sus mayores, quienes le veían preocupados desde arriba.

Sus ojitos se hallaban brillantes de lágrimas y sus mejillas se encontraban en un tono rojizo e húmedos, sosteniendo la mirada más melancolía que pudo mostrar a sus compañeros. Realmente su tristeza era profunda y sus mayores no entendían el por qué.

Al estar Bin frente a su menor, se agachó en cuclillas para estar más al alcance del abatido rubio.

—Lo que viste... Por favor... Te pido...— Volteó su mirada hacia Dong Min y luego la regresó al rubio para corregir:— Te pedimos... Es que no vayas a delatarnos. Sé que no te conocemos y no sé realmente por qué estás en ese estado... Pero es muy importante para mí y para Dong Min que nadie sepa de lo nuestro... Por favor, estaría poniendo mi vida y la de él en riesgo si Seung Hoon se entera de eso...

—Y-yo no quiero delatarlos... Yo no voy a hacerlo...— Sollozó dejando caer dos gotitas de sus ojitos hinchados— Pero me siento muy mal y n-no sé qué tengo... Por favor... Ayúdenme..

Los dos mayores sin entender qué tenía el pequeño, se miraron algo confundidos sin nada que decir.

—¿Ayudarte... En qué exactamente?— Preguntó Dong Min.

—Sobrevivir...— Soltó en un ahogado sollozo, y sin pensarlo, volvió a desparramar sus lágrimas aferrándose a Bin quien le correspondió al abrazo acariciando su espalda para tranquilizarlo. Sus llanto no cesaba y a los mayores le estaba preocupado la condición del pequeño rubio.

—Yo no quiero morir, Bin y tampoco quiero que lo tomen como un soborno por lo que vi...— Sorbió de su nariz— Pero estoy muy enfermo y s-sólo Rocky me ayudaba a curarme.. Quiero que ustedes me ayuden, por favor... Por favor... Se los pido, ayúdenme..

Moon Bin le dirigió una mirada triste a Dong Min y éste asintió con la cabeza dándole a entender que debían hacerlo, y no por interés, sino porque todos debían ayudarse si realmente querían salir vivos de éste lugar.
El pelinegro también se unió al reconfortante abrazo, acariciando la sedosa cabellera rubia del menor.

Cuidarían a su compañero en todo lo pudieran y sin algún interés alguno. Sabían que él estaba mal desde que lo vieron el primer día, pero Kenta era bastante reservado y de muy poco hablar.
Ahora entendían por qué..

Él los necesitaba y ellos estarían ahí para él para tratar de ayudarlo a... Sobrevivir.

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Prohibido | Binwoo ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora