You are not Alone [Changki]

II

–¿Ese niño qué se ha creído?

–Tiene la misma edad que tú.

–Cállate.

–Cállame con un beso. –Mi cara de pánico tiene que ser bastante graciosa, ya que hace que Minhyuk se empiece a reír como un loco colocando sus manos en su estómago y se quite una lágrima falsa del ojo.– No, ya en serio, deberías hablar con él y decirle que tenéis que hacerlo juntos. Estás intentando entrar en la universidad más prestigiosa de toda Corea de fotografía y, ¿tu nota va a depender de lo que haga él? –Minhyuk tiene por una vez en su vida, razón con lo que dice. Changkyun es solitario y a él no le gusta hacer las cosas con los demás, pero es también mi nota y yo necesito entrar en la Universidad Nacional de Seoul.

Minhyuk y yo nos encontramos en uno de los pasillos del instituto, después de mi encuentro con el susodicho. Al parecer, mi amigo lo vió todo desde la lejanía, pues vino hasta mí para ir juntos a la cafetería, a la cuál al final no fuimos.

–El problema ahora es: ¿dónde encuentro a ese chico? Sé que existe sólo porque está en mi clase. –Suelto un suspiro y me siento al lado del rubio, apoyando mi cabeza en mis manos y mis codos en mis rodillas. En mi mente intento recopilar todos los posibles sitios donde pueda estar, pero no se me ocurre ninguno, además, se sale de aquí en las horas que no hay clase.

–Si fueras un chico solitario en un instituto, ¿a dónde irías en la hora del descanso? –Me coloca una mano en el cabello, acariciándolo para darme ánimos y evitar que me estrese.

–Iría a hacer pentagramas y estrellas satánicas a la parte trasera. –Suelto una pequeña risa ante la tontería que acababa de decir. Obviamente no pienso que Changkyun sea un satánico, ni mucho menos, pero la actitud que tiene me recuerda demasiado a uno.

Sinceramente, no sé dónde se puede encontrar. Si ya es bastante difícil encontrarme, según dice Minhyuk, imagina intentar encontrar a un chico del cuál sólo conoces su nombre y tiene pintas de no querer tener amigos.

–¡Hey, princesa! Por fin te encuentro. –Ambos levantamos la mirada, encontrándonos con Jooheon, el novio de Minhyuk. Ellos dos llevan juntos desde hace unos pocos meses, pero aún así, parecen una pareja que lleven años y siguiesen igual de enamorados.– Te traje las galletas que me pediste. –Se sienta al lado de su pareja, tendiéndole el paquete de comida que no tardó en empezar a comer.

–Honey, por casualidad, ¿tú sabrías dónde puede estar Changkyun? –La voz de Minhyuk se vuelve mucho más dulce cuando habla con Jooheon, es como si me hubieran echado una maldición para que sólo yo pueda escuchar la aguda voz chirriante del perro.

–¿Changkyun? ¿El que siempre va mirando al suelo mientras camina y tiene aspecto de niño rarito? –Ambos asentimos. En mi caso, no sé la forma que tiene de andar, pero sí sé que es un poco raro.– La última vez que lo vi se dirigía a los baños, si no recuerdo mal. Seguramente a cortarse las venas. –Él sólo se ríe de su propia broma, que en mi opinión fue de muy mal gusto. Lo miro con el ceño fruncido a lo que rápidamente levanta las manos en señal de inocencia.- Estaba de broma, Kiki, tampoco me mates.

Ruedo los ojos para despúes levantarme del suelo y sacudirme el trasero quitando así el polvo que se ha podido haber quedado en mi pantalón negro.

–Iré a buscar al niño endemoniado. –Cuando digo eso, Minhyuk me mira alzando una ceja como si preguntase si estaba seguro de lo que decía. Iba a hablar para excusarme pero decidí cerrar la boca por si acaso.

Miro la hora en mi móvil. Son las once y cuarto, aún tengo quince minutos para encontrar a Changkyun y decirle todo lo que tenía en mente. Me pongo en marcha intentando buscarlo, pero realmente no tengo ni idea de dónde puede estar. Seguramente se habrá ido ya de los baños y no podré encontrarlo donde me dijo Jooheon. Miro por los pasillos, por las clases, incluso por la ventana de una de las clases para ver si lo veo desde ahí, pero nada. Ya totalmente rendido de buscarlo, decido buscar donde me dijo la abeja (mote que le puso Minhyuk a Jooheon).