~° Under The Rain (Rasmus y tu) The Rain

~II~

—Rasmus... Necesito que te calmes.—solté tomando suavemente su mano.

Su respiración era agitada, lo cual no era nada bueno.

—Quiso matarme... le disparó a Martin, casi te mata a ti.—

—Tranquilo, sólo son dos guardias y él. Puedo reducirlos, pero tengo que acercarme. No hagas movimientos bruscos ¿bien?—presioné levemente su mano.

—Bien...—

Desvié mi atención a Frederik.

—Diría que es un placer volver a verte pero... no lo es.—

Me acerqué a paso lento al hombre, deteniéndome al ver que uno de los guardias me apuntó con su arma. Frederik terminó de romper la distancia entre ambos, acercándose los pocos metros que faltaban.

—Vamos, Frederik. No hagas esto ¿de verdad quieres ver morir a tu hijo?—el hombre me miró fijamente, y su semblante era de lo más extraño.

—Tienes que sacarlo de aquí.—soltó en voz baja.

—... ¿qué?—

—¡Señor Andersen, aléjese!—gritó uno de los guardias.

—Ten.—puso un papel en mi mano—. Son coordenadas, búscalos. Ellos podrán ayudarlo.—

—¡dije que se aleje!—

—¿a qué te refieres? ¿Ayudar a quien?—lo miré confundida.

—Rasmus es peligroso, ____. Él no es como tú, su virus evoluciona cada día.—

—No no, está bajo control. Estamos bien.—

—No lo están. Busca a estas personas. Pero si no logran ayudarlo, necesito que lo mates, ____... por el bien de todos.—

Antes de poder preguntar qué diablos estaba diciendo, el estruendoso sonido de un disparo rompió el silencio y una pequeña salpicadura de sangre manchó mi camiseta. Frederik se desplomó frente a mí.
Aún en estado de shock desenfundé mi arma y disparé dos veces, dándole a los dos guardias junto al auto. Volteé lentamente hacia Rasmus, quién estaba tan sorprendido como yo.

—Debemos irnos... ahora.—

—Papá...—

—Rasmus, mírame.—tomé sus mejillas y lo obligué a apartar la mirada del cuerpo de su padre—. Debemos volver... Ahora.—

El chico asintió aún algo desorientado antes de acercarse a los guardias y quitarles las armas.
Volvimos rápidamente al refugio, sin decir ninguna sola palabra en el transcurso.

Un Nick sonriente nos recibió.

—¿tan rápido de vuelta? ¿se olvidaron la billetera o algo así?—

—Necesitamos hacer una reunión de inmediato—el chico estaba por bromear de nuevo, pero al ver nuestros rostros supo que esto iba en serio.

—... Llamaré a los demás.—

•○•

—¿Es lejos?—Simone sonaba más que nerviosa.

—Un poco, si salimos a primera hora...—

—Uououo... ¿están hablando en serio?—Patrick miró algo molesto a Martin—. No sabemos qué mierda hay ahí, no podemos ir sin más.—

—¿no escuchaste lo que ____ acaba de decir? ¡Rasmus puede morir! Haremos lo que sea para salvarlo.—Simone se veía más que nerviosa.

Cuando Simone y Patrick comenzaron a discutir más fuerte, Rasmus golpeó la mesa molesto antes de salir de la sala.

—Iré por él...—me puse de pie y lo seguí.

•○•

No me costó mucho encontrarlo, sabía a dónde iba cuando quería estar solo.

—Tenías razón, un elevador sería genial...—llegué al último piso del edificio de control.

Rasmus se mantuvo inmóvil, sin decir una sola palabra. Me senté a su lado, tomando su mano.

—¿de verdad... puedo morir?—

—Eso dijo tu padre.—

—¿te dijo algo más?—volteó a mirarme.

Necesito que lo mates, ____... por el bien de todos.

—No... nada más.—presioné sus manos—. Estarás bien, Rasmus. Te prometo que haré lo que sea para que estés a salvo.—

Lo abracé con fuerzas, siendo correspondida de inmediato.

¿Estaba bien mentirle?
¿ganaba algo diciéndole que, llegado el caso, debía matarlo?

Aparté todos esos pensamientos y me enfoqué en lo más importante:

Rasmus necesitaba mi ayuda, y haría lo que sea por él.