¿Tienes imágenes mentales?
Yo desbordo de ellas y me encantan, parpadeos que se guardan como una fotografía de larga exposición, de esas que captan detalles de días en un click, sólo en un cuadro.Tengo la sensación de percepciones tan perfectas de personas, lugares y cosas que a veces pienso que soy obsesiva; he estado dispuesta a no tocar, no frecuentar, no ver más algo por no agregar más detalles, más formas, más sentir... Por que están en el borde, justo cuando se siente, se ve o se vive tan rico, que es demasiado. No contradigo las conclusiones de los sabios, estamos conscientes que nunca nos saciamos, el vacío es más profundo si hablamos de los sentidos, siempre queremos ver más, palpar, cambiar de texturas, vivir y entender... Es inercia.
Mi idealización es en cuanto a la vislumbre que nos formamos desde pequeños, la forma más virtuosa que podríamos contemplar de cualquier forma, de cualquier cosa.
Me he encontrado dispuesta a olvidar sucesos, a tolerar conductas, no hacer más cosas en cierto lugar, ser selectiva con las personas que puedan darle un valor similar al que yo para vivir experiencias... Tengo que aceptarlo, me gusta la exclusividad idealizada. Creo como una terca en que si nos esforzamos por ofrecer belleza, nunca merecemos menos de lo deseado, de lo imaginado. Pero claro, claro que me ha tocado eximir; y probablemente eso suene triste, pero no lo es. Cada flor tiene hojas sin mucha gracia visual y raíces que parecen telarañas, contribuyen a su perfección, a su estructura compleja, son funcionales, necesarias y un tanto extrañas... Y efectivamente, lo raro es primo de lo feo.
Crecemos con miedo a las entrañas de todo asunto, a conocer completamente, a las letras chiquitas de cada cosa.No podemos sentenciar algo como "defectuoso" por su historia evolutiva de perfeccionamiento. Volvemos a las plantas (¡y es que nos pueden enseñar tanto!), tenemos que admitir que las semillas parece que no tienen chiste, pero solo es cuestión de esperar y admirar.
Sin miedo a las implicaciones, podemos encontrar incontinuadamente satisfacciones, goces, plenitud.Así, aunque con partes y motivos que me sean inesperados, detalles que no comprendo, siempre tendré una tormenta favorita, los brinquitos de las esferas diminutas de hielo sobre el pasto, una mano tentadora seduciéndome, el beso divino.