Capítulo 1: Fuera de control

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El sol se levantó sobre Jump City, bañando a la gran ciudad en un hermoso brillo naranja. Los ciudadanos de las ciudades se despertaron y se prepararon para el día, o continuaron durmiendo y descansando durante el día siguiente. Pero para una persona, el rayo de sol que apareció desde la ventana y hacia ella la obligó a abrir sus ojos violeta y fulminar con la mirada a la luz interferente.

El miembro de Teen Titan conocido como Raven suspiró cuando la luz se negó a irse. Levantándose un poco, levantó la mano y cubrió las cortinas con su magia antes de cerrarlas por completo. Cerrando los ojos una vez que terminó la molesta tarea, Raven dejó que su cabeza golpeara la almohada antes de darse vuelta, permitiendo que su corto cabello púrpura se extendiera.

Solo una vez que volvió a estar cómoda, abrió los ojos y frunció el ceño pensando. Casi todo lo que ella poseía era de color oscuro. Azul, negro, púrpura, estos eran los colores que amaba y tenía en su habitación, todos en un esquema de color particular. Entonces, ¿por qué las cortinas eran negras cuando las de ella eran moradas? Estos fueron los pensamientos que cruzaron su mente mientras se incorporaba lentamente y miraba por la ventana. Usando su magia de nuevo, abrió la cortina y abrió los ojos ante lo que vio.

Era la Torre del Titán, su hogar, que se alzaba orgullosa en la pequeña isla frente a Jump City. Ahora, al ver que no estaba en su casa, Raven miró lentamente alrededor de la habitación en la que estaba. Era claro si era honesta. Paredes blancas, sin imágenes, y la puerta de la habitación en la que estaba estaba abierta, mostrando otra habitación con un sofá oscuro a la vista. La cama en la que estaba tenía un marco de madera oscura y las sábanas eran de color crema. Por el rabillo del ojo, Raven notó algo que la hizo congelarse en shock. Su ropa estaba desparramada en el suelo con otro conjunto de ropa en una posición similar. Al ver su ropa, Raven comprobó de inmediato y se dio cuenta de que estaba desnuda bajo las sábanas.

Tratando de respirar profundamente para calmarse, Raven giró la cabeza cuando logró conectar los puntos. Acostada junto a ella, y aún afortunadamente dormida, Raven vio a un hombre que nunca había visto antes en su vida. Manteniendo las sábanas cerca de su cuerpo, Raven comenzó a hiperventilar en pánico cuando comenzó a comprender la situación en la que se encontraba. Todavía intentando recuperar el aliento, salió de la cama y dio un paso tembloroso en el suelo.

Ella se vistió rápidamente, tratando de estar lo más callada posible. Pero justo cuando logró ponerse la capa, lo que la ayudó a sentirse mejor, escuchó que el hombre detrás de ella se movía. Dándose la vuelta, Raven lo observó mientras se sentaba y se estiraba con un bostezo, con la sábana afortunadamente todavía cubriendo su mitad inferior. Mientras ella observaba extrañamente que el extraño se despertaba, no pudo evitar notar la gran cicatriz en el lado izquierdo de su pecho. Ella parpadeó cuando él miró a su alrededor antes de finalmente mirarla a los ojos. Miraron fijamente, sus ojos violeta se encontraron con un azul profundo.

Ambos permanecieron en silencio por el momento más largo que Raven haya conocido. Estaba callada porque no sabía qué hacer. Deseaba desesperadamente teletransportarse, pero no podía por alguna razón. Era obvio que el hombre también estaba tratando de averiguar qué decir antes de que finalmente suspirara. "¿Te gustaría un té o un café? Probablemente te ayude". Sin saber qué más hacer, Raven solo asintió levemente. "Si esperas en la habitación de al lado, saldré en un minuto".

Sin otra palabra, Raven salió rápidamente de la habitación y cerró la puerta detrás de ella. Ahora sola, aprovechó ese momento para calmarse y respiró hondo. Podía escuchar algo de arrastrarse detrás de la puerta, pero se alejó y se adentró más en la habitación. Al igual que el dormitorio, el apartamento en el que estaba también era sencillo. Las paredes no tenían cuadros ni marcos y, mientras que el apartamento era bastante grande y espacioso, solo había un gran sofá y un televisor en la habitación con una mesa de café en el medio. Detrás de ella estaba la cocina, que tenía los utensilios habituales.

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