Epílogo

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Las campanas retumban en el silencio de la enorme Iglesia de San Miguel. Amigos, familiares, conocidos y también desconocidos asisten hoy a... (Nunca pensé decirlo) Mi boda.

Aqui me encuentro con mi traje negro como todo muñeco de torta, los nervios se apoderan de mi mientras estoy de pie frente al altar esperando su llegada.

Mientras tanto veo a todos los asistentes que hoy me acompañan en mi boda, puedo ver a mi hermana con sus ojos aguados de lagrimas, a mis otros familiares que no veia desde hace ya algun tiempo y a mis amigos felices (Aunque algunos sólo esperan que termine la ceremonia y poder ir a la fiesta para bailar, beber y emborracharse como nunca).

Llevo mi mirada hacia arriba, donde observo fijamente el hermoso techo de la iglesia construido con vitrales de angeles iluminados por los rayos del atardecer de ese dia.

Comienza a sonar una melodia que sólo habia oido en alguna boda de película. Llevé mi mirada hacia las grandes puertas de madera de la iglesia y alli pude observarla, caminando lentamente hacia mi con un vestido blanco, sosteniendo un buquet de rosas rojas, mientras su rostro estaba cubierto por un velo.

Puedo ver su rostro a través de la transparente tela de su velo, le aparto el velo de su rostro y pude verla.

- Wow! Exclamé.

Ella sonrió.

Y es que nunca imaginé poder verla mas hermosa de lo ya era.

Mi decisión no fue fácil, pues tuve que elegir entre dos preciosas chicas que movieron mi mundo por completo, la rubia que al verla iluminaba mis dias y la morena por la que velaba mis noches.

Rubia Sol, Morena LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora