The guy with the tattoos

°

Los días pasaban y con ellos las semanas, Shoyo ya había comenzado a trabajar en la tienda de la mamá de su senpai. Se llevaba de maravilla con Aone en el departamento, gracias a sus ahorros podría darse el lujo de pagar al menos seis meses de su parte de los gastos por adelantado y estaba feliz, de que al menos ya tenía trabajo pues utilizaría ese dinero ganado para comprar sus libros y cosas para él. Se mantenía siempre en contacto con sus amigos, Kageyama lo llamaba cada dos días para gritarle; había venido a la ciudad dos veces para golpearlo. Algunas costumbres no podían quitarse ni con ciudades separándolos.

Pero no importaba, estaba feliz, muy feliz, en sus días libres estudiaba todo lo que podía, no era un genio y nunca se le había dado bien el estudio, pero realmente quería entrar en la Universidad. Para éso había venido aquí, bueno, para éso y para estar más cerca de Kei.

Sonrió como idiota, se llevaban de maravilla, peleaban a veces, pero nada que una pequeña figura de dinosaurio y un pastel de fresas no perdonarán, agradecía a Kenma por los consejos, también a Akaashi, se habían convertido en una fuente vital de información. Volvió a sonreír como idiota y podía oír las risas de las señoras que estaban en la tienda; tuvo la decencia de sonrojarse, lo bueno es que su turno estaba por terminar. Dio un pequeño brinco al sentir su celular vibrar en su bolsillo.

De: Kenma-San
A: Hinata Shoyo
Asunto: Yaoi bro 7w7
Te apetece ir a la Universidad?? Iré a ver a Akaashi y de paso podemos ir con Tsukki... tengo pastel de fresa :'D

De: Hinata Shoyo
A: Kenma-San
Asunto: sin asunto
PUEDO IR?!!
SÍ QUIERO!! Yo llevaré las bebidas, nos vemos en el local de Kuroo-San?

De: Kenma-San
A: Hinata Shoyo
Asunto: sin asunto
Si puedes, será en la hora del almuerzo, así que prepara esas bebidas, no vemos en una hora con Kuro 💚

Shoyo volvió a sonreír, sería la primera vez que iría a visitarlo en la universidad, generalmente se veían fuera, o en su casa, o en el local de Kuroo-San. Tenía curiosidad de ver cómo era en su lugar de estudio, ¿Era el popular? ¿Odiado por todos? —lo creía bastante posible— ¿Admirado? ¿Era el raro? No los sabía, pero estaba emocionado por averiguarlo.

La señora mamá de su senpai lo despidió en la entrada de la tienda con una hermosa sonrisa tranquila; en eso se parecía mucho a Takanobu, aunque éste último no sonreía tanto. Con la bolsa de bebidas en manos se dirigió hacia el centro, donde se encontraba el local de Kuroo-San. Cuando había llegado; Kenma ya se estaba despidiendo del pelinegro, así que solo saludó con la mano y esperó a que el teñido se acercara, estaba tan ansioso que debía esconder sus manos en los bolsillos de su abrigo para manterlos quietos. Kenma casi podía respirar la emoción del pelirrojo. Sonrió enternecido.

Una vez llegaron a la universidad, Shoyo miraba para todos lados, demasiado interesado de donde estudiaría el inicio del semestre, el cual estaba a solo unas cuántas semanas; pronto sería uno más de estos estudiantes, privado de sus sueños y esperanzas, sin vida social, agotado, como si tuviera un dementor pegado a la espalda. Estaba tan ansioso por ser estudiante nuevamente.

Kenma le dio un codazo y señaló hacia un lugar, entonces lo vio, como uno de esos dramas románticos donde el hombre era bien guapo y frío. Así se veía Kei. Caminando con los auriculares puestos, con andar lento; nadie parecia meterse en su camino, tenía una mirada casi vacía, como si estuviera aburrido, el rostro plano y sin emoción, observó de reojo algunas chicas susurrando entre ellas. Sí, él también creía que su novio era muy guapo, sin embargo era suyo, solo suyo. Y como en el primer capítulo de un drama —ése donde los protas cruzas miradas y sin que ninguno se de cuenta que se enamoran— el viento sopló y la mirada ambarina de Shima se giró hacia él  ( nada tenía que ver que empezó a saltar y hacerle señas con los brazos alzados, claro que no).