Un Ángel de Ojos Verdes

Descaro, Miedo y Frustración

Música sugerida:

https://www.youtube.com/watch?v=Ec9izPSG-0A

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       - A..ah..¡ah!-.

Aquellos malditos sonidos, sonidos que salían de su garganta tan vergonzosamente, no podía hacer nada para detenerlos, y es que era imposible, y menos cuando todo su cuerpo rogaba por más.

Podía sentir esos ojos azules tan malditamente hermosos observarlo por completo, esa mirada era tan descarada tan penetrante, que era capaz de sentir como recorría su piel y hacerle cosquillas; podía sentir su alma ser desnudada, manoseada y violada solo con esa mirada.

Estaba tan atento hacia su persona, que sabía perfectamente que cada roce, cada expresión, cada movimiento estaba siendo registrado a la perfección por aquella mirada azul que comenzaba a tornarse rojo escarlata.

      - ¡Ahhh!.- su cuerpo se excitó aún más, por inercia sus piernas se cerraron ante el espasmo de placer que lo recorrió en su totalidad. . . ¡y solo porque aquel par de ojos se volvieron rojos!

Un chasquido se escuchó en aquel cuarto; al momento las cuerdas que apresaban sus piernas tiraron mas, abriendo más sus piernas.

       - No, no.- habló el hombre de mirada escarlata con la voz ronca y grave.- Abre más las piernas-. otro chasquido y quedó completamente expuesto ante aquel hombre mientras su cuerpo temblaba de anticipación y un crudo placer que lo recorría de pies a cabeza.- O no darás un espectáculo como debes . . .pequeño Tom-.

       - ¡Ahhh!-. gimió con fuerza el pelinegro al saberse observado por aquel hombre que le hacia delirar de mil maneras.

Moría de vergüenza, quería romper aquellas poderosas cadenas que le evitaban levantarse del suelo, pero por más que culpara al hombre que tenía en frente de su embarazosa situación, no tenía ningún hechizo de control sobre su persona que lo obligara a hacer lo que estaba haciendo, aquellas cadenas solo evitaban que se levantara no le movían la mano.

Oh no, era mucho peor; su cuerpo anhelaba esas "lecciones", como el patriarca de los Kauffman las llamaba; su mente se derretía con tan solo saber que todas las semana Bertram vendría a su encuentro y se quedaría con él al menos unos dos días. El aroma del hombre lo dejaba volando, un simple roce de su mano era suficiente para excitar sus sentidos; y no conforme con eso, el castaño lo sabía. . . .sabía lo que provocaba su cercanía en él. Y si todo aquello fuera meramente físico no tendría problema, el problema era que comenzaba a sospechar que su su cuerpo no era el único afectado.

Después de estar durante un par de meses en aquel lugar; seguía odiando a los muggles, seguía queriendo cambiar las cosas a favor de los magos; y no sabía si era gracias a que el pedazo de alma que era antes ahora era un alma completa, pero ya podía pensar con lucidez y sin arrebatos idiotas. No era reacio a masacrar, pero ya no era una necesidad básica; además, aunque quisiera negarlo, cada que pensaba en matar a quien se interpusiera en su camino, si su mente traía la imagen de Bertram Kauffman, no podía siquiera imaginar lastimarlo, simplemente no podía. . . . .no quería.

Aunque el hombre prácticamente lo mantuviera como una mascota sexual, no podía quejarse de nada. Después de cada "sesión", era atendido y curado de todo lo que sus "juegos" provocaban en su cuerpo, le eran preparadas sus comidas favoritas; aunque que el ojiazul repitiera una y otra vez que no recordara lo que le gustaba y eran comidas al azar; le eran llevadas prendas de alta costura, se le permitía estar en el jardín y pasear por las kilométricas hectáreas que eran las tierras pertenecientes a la familia austriaca, podía hacer uso de la terriblemente enorme biblioteca. . . .aunque no de todos los volúmenes.