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Ella siempre fue muy, "me metí a clases de boxeo."
Yo siempre fui muy, "me meti a clases de pintura."
Sus gritos cuando alguien la golpeaba siempre fueron muy, "vuélveme a golpear, imbecil."
Los míos siempre fueron muy, "Ouch, me dolió."
Su piel es color canela, es alta y sus ojos son grandes. Increíblemente carismática.
Mi piel es pálida, soy baja y mis ojos son pequeños. Increíblemente tímida.
Pero por alguna razón no podemos estar sin la otra.

O eso creí.

Cuando ella me dejó sola, me di cuenta de lo increíblemente solitaria que era. Me di cuenta que no tenía a nadie. Y eso se convirtió en un infierno.
Cuando ella faltaba, la gente me preguntaba si estaba triste ya que ella no estaba conmigo, y siempre decían, "Siempre te pones así cuando no estas con ella". A lo que yo siempre respondía, "Siempre estoy así, solo que con ella no se nota."
Y una vez más, me di cuenta cuan sola me encontraba y cuan triste se sentía mi alma.
Me di cuenta que mi "felicidad", la cual era falsa, dependía de alguien. Y eso no puede estar nada bien. También me di cuenta que entre mas tiempo pasaba con ella, más ocultaba mis verdaderos sentimientos, y mi vacío. Y de lo mucho que me hacía daño a mi misma.
Y eso no puede estar, sino mal.

Los confines del universo y de mi mente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora