HUDSON TAYLOR (1832 - 1905)

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James Hudson Taylor nació el 21 de mayo de 1832 en un hogar cristiano. Su padre era un predicador que en su juventud tuvo una fuerte carga por China. Cuando Hudson tenía sólo cuatro años de edad, asombró a todos con esa frase: «Cuando yo sea un hombre, quiero ser misionero en China». La fe del padre y las oraciones de la madre significaron mucho. Antes de que él naciera, ellos habían orado consagrándolo a Dios precisamente para ese fin.

Llegó el día en que sintió que Dios le llamaba para servir en China. Desde entonces su vida tomó un nuevo rumbo, pues comenzó a prepararse diligentemente para lo que sería su gran misión. Adaptó su vida lo más posible a lo que pensaba que podría ser la vida en China. Hizo más ejercicios al aire libre; cambió su cama mullida por un colchón duró, y se  privó de los delicados manjares de la mesa. Comenzó a levantarse a las cinco de la mañana para estudiar el idioma chino estudio el idioma con la ayuda de un ejemplar del Evangelio de Lucas en mandarín. También empezó el estudio del griego, hebreo, y latín y decidió estudiar medicina.

Al llegar a China Se decidió a la usanza china,con la cabeza rasurada por el frente y con el cabello de la parte posterior tomado en una larga trenza. Desde ese día,pudo realizar la obra con mayor eficacia. Sobrevivió peligros y decidido a obedecer a Dios confiando en la provisión de aquel que le había llamado a ser misionero, superó persecuciónes y circunstancias personales muy dolorosas. Todo con el fin de llevar la verdad de Dios a los campos listos para la cosecha en China.

Su frase más recordada quizá es "No son los grandes hombres que transforman al mundo, sino los débiles y pequeños en manos de un Dios grande".

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⏰ Última actualización: May 18, 2019 ⏰

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