Capítulo 13 - Resurrección.

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EPISODIO 13: Resurrección.

Rosalie se debatía aún entre la vida y la muerte cuando recordó unas palabras que él había dicho: "Solo alguien que me jura lealtad podrá ser sanado por la casa" ¿y si él tenía razón? En aquel momento una voz que provenía de su interior resonó más allá de aquellos llantos apagados que oía a su alrededor...

- Amo... te juro... lealtad.- aclaró la chica con dificultad mientras el dolor se extendía por cada una de sus articulaciones, para luego comenzar a sanar levemente. En ese momento Rosalie dejó caer su cabeza contra el suelo cerrando los ojos después haciendo que Charlie rompiera a llorar desconsoladamente.

- ¡No! Rosalie, mi pequeña... oh dios... pero... ¿Qué he hecho?.- gemía el hombre mientras se miraba las manos horrorizado y corría hacia el cadáver de su hija.

- No está muerta.- intervino Rosa mientras entraba en la habitación despacio.- solo inconsciente. Pongámosla sobre la cama en su habitación.- sugirió la mujer.

En ese momento el amo agarró fuertemente a su amada, cogiéndola en brazos para llevarla hacia su habitación, pues era la que se hallaba más cerca al estudio. Tras ponerla suavemente sobre la cama observó atónito como la piel comenzaba a expulsar la bala para luego caer al suelo estrepitosamente y quedar un hueco en la piel donde minutos antes se hallaba la mala, en ese momento el amo apretó fuertemente la herida cortando así la hemorragia, para luego volver la vista hacia Rosa y Charlie que acababan de llegar hasta allí.

- ¿Cómo que no está muerta?.- preguntaba el amo desconcertado mientras miraba a la señora Depuá esperando respuestas, pero por alguna razón ya conocía aquella respuesta.

- Porque te ha jurado lealtad, amo.- le comunicaba la mujer mientras le hacía una reverencia con la cabeza.

- Yo... lo siento...- se disculpaba Charlie comprendiendo la gravedad de sus actos, mientras más lágrimas recorrían su rostro arrepentido. Pero el amo no podía escuchar nada, no podía escuchar a ninguno de los presentes, solo mantenía la mirada fija en aquella hermosa joven que yacía recostada sobre su cama, aquella preciosa joven que había sacrificado su vida para salvar la suya. Y entonces el amo sonrío aliviado, mirando despacio a la joven que amaba.

Charlie y Rosa se marcharon pronto, dejando al amo y a Rosalie solos, el hombre no dejaba de admirar la respiración calmada de la joven, ni siquiera parecía estar cansado, pues aún no había descansado nada desde hacía dos noches, pero no lo necesitaba, él tan solo se quedaría para cuidar de ella.

Cuando Rosalie despertó ya había oscurecido, el amo seguía allí junto a ella, sin parar de mirarla ni un segundo, parecía estar bastante cansado, pero no parecía estar dispuesto a separarse de la joven.

- Amo... parece cansado...- admiró la joven mientras la miraba con aire preocupado.- debería irse a dormir.

- Me iré cuando estés bien.- contradijo mientras la miraba sonriente, parecía tan feliz en aquel momento que parecía imposible que se tratase de la misma persona de la que hablaba la leyenda.

- Estoy bien.- decía la chica mientras intentaba levantar su espalda del colchón mientras sentía un fuerte dolor en el pecho, el cual la obligó a volver a recostarse, y a que el amo la mirase preocupado.

- No hagas estupideces como esa en el futuro.- rugió el amo. Rosalie no sabía a qué se estaba refiriendo el amo exactamente, pero pronto lo averiguaría.- Gracias por salvarme la vida, pero no vuelvas a ponerte en peligro por mí, no merezco la pena.- le regañó el hombre mientras la miraba en tono desafiante.

El Castillo Triste | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora