Armin entró casi de un portazo a su hogar. No estaba enojado pero si muy dispuesto a hacerle confesar la verdad a Alex. Primero verificó a que no hubiese nadie más en casa y así fue.
Perfecto.
—¡Alex!¡Abre la puerta!— dijo el pelinegro tratando de sonar serio mientras daba constantes golpes a la puerta.
El peliazul un poco confundido por la manera en que su hermano lo llamaba se levantó de su cama y lo recibió.
—¿Qué pasa Armin, por qué tocas así? —preguntó un poco molesto.
Sin decir más su hermano entró confundiendo un poco más a Alexy quien comenzó a tener un ligero mal presentimiento. El otro chico volteó a verle.
—Vengo a escucharte decir la verdad y ahora si no me podrás evitar.
—¿Verdad de qué?
—No lo quería decir de una manera muy vulgar pero... ¿Quién te hizo el favor? —alzó un ceja y puso sus manos sobre su cadera.
—¡¿Es enserio, Armin?!... ¡Te dije que no deseaba que me volvieran a preguntar eso!.
—¿Por qué no?
—Porque no y punto. —dijo dándole la espalda y cruzando los brazos.
—¿Y si le pregunto a Kentin? Él podría decirme.
Alexy giró para mirarlo, en su cara se reflejaba el asombro y la angustia.
—¿Cómo lo supiste?
—¿Saber qué?—preguntó su hermano en tono irónico.
—Lo de Kentin.
—Yo en ningún momento dije que Kentin era el padre pero ya que al parecer me lo confirmas...
Era verdad, Armin sólo pensó en el castaño para averiguar algo, en ningún momento lo declaró como el padre. Alexy se quería abofetear a si mismo por ser tan idiota, por lo que comenzó a titubear bastante nervioso.
—Aamm.... Yo... Armin...
—Entonces él fue el maldito que te embarazó y se fue...?! Pues vaya tipo, yo creía que era más responsable de sus actos, no? Más valiente.
—No fue su culpa –soltó de repente.
—¿Por?— reprochó.
—¡Yo me aproveché de él, Armin!¡Maldita sea, entiéndelo! ¡Ninguno de los dos sabíamos que yo era un doncel, fue un accidente y ya. Además ya se fue, si quiere saber de mí volverá y si no, no! –el joven peliazul avanzó hacia la puerta abriéndola — Ya no preguntes más, déjame tranquilo. –dijo para después cruzar los brazos evitando mirarle.
Viendo que no iba a lograr nada más que ver a su hermano dejar las cosas bajo el tapete, el pelinegro se marchó de aquella habitación cerrando la puerta de tras de sí. Una vez que escuchó el ruido de la chapa Alexy rompió a llorar ¿Por qué tenían que recordarle que Kentin, aquel chico que tanto quería lo había abandonado? asimismo qué era un idiota por preferir hacerse cargo de un bebé solo.
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—Eso me dijo ¿Tú crees? — mencionó rodando los ojos.
—Bueno, Armin... ¿qué te puedo decir? Tu hermano es alguien terco.
Aquel par se encontraba dentro del salón de clase, tenían hora libre. Habían esperado a que la mayoría del grupo saliera y así poder conversar en un rincón en voz baja.
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El bebé de Alexy
RandomAlexy, un pobre doncel enanorado. Jamás imaginó que el amor tan secreto que tenía hacía su compañero Kentin, le traería problemas, asi cómo alegrías. Después de un juego entre adolescentes por la noche... Ese hijo venía en camino. "Te amo, Su.." ...