Érase una vez una chica que se llamaba Marta que, Marta era una chica morena, con los ojos azules, era delgada y tenía la piel muy palida.
Ella tenía 17 años, sus padres no la dejaban salir mucho, y cuando le dejaban salir a las 20:00 tenía que estar en casa.
Un día, le pidió permiso a su padre para salir hasta las 22:00, y su padre no le dejaba.
Ella se cabreó y se fue al cuarto sola, se cansó y se fue sin permiso de su padre ni de su madre , llamó a su amiga Laura por teléfono y quedaron en su casa, ese día se quedó a dormir a su casa
Al día siguiente volvió a casa y le pidió perdón a su padre por enfadarse.
Su padre se lo pensó y le empezó a dejar salir un poco más
Ese mismo día salió por ahí, quedó en el parque con Laura, esperando a que ella llegara al parque, pasaron un chico andando, que no tardó en parar para fijarse en Marta y pocos segundos después decirle
-¡Fea!
Ella se ríe y poco después dice,
-¡Gilipollas!
En cuanto le dijo "gilipollas" se rió y se fue, a los segundos llegó Laura al parque
-Nena, te he escuchado gritar "gilipollas" ¿ha pasado algo?
-Na' tía, que ha pasado un chico, el típico que va con su piti, y se me ha quedado mirando y a los minutos me ha llamado fea, pero no pasa nada tía
-Jeje, ¿era guapo?
-jajaja no sé tal vez jajajaa
Las dos se rieron y se fueron a dar una vuelta
