¡ Una historia por contar!

Vivir por segunda vez

Y cuando ella empezó a volar  logro conocer su primer amor, al cual le entrego todo de si, le confió sus alas a un ser demoníaco , ella creía que eso estaba bien, ya que ese demonio la hacia sentir única y especial, logro hacerla creer que ella también pertenecía a ese infierno junto a el. Llego el punto donde una noche mientras ella dormía el la contemplaba, pues su único deseo eran sus alas, a la mañana siguiente ella despertó y ese ser demoníaco había desaparecido, al notarse sus alas ya no estaban, pues aquel demonio se las había arrebatado, desde entonces ella se propuso no volver a confiar en otro hombre su odio era grande. 

En un cierto tiempo un hombre volvió chocar  con ella,  pues este le dio una sonrisa, ella no tuvo la mayor idea de que aquel hombre le iba a joder la vida, ambos se disculparon  y cogieron rumbos diferentes, pasaron días y días y volvieron a encontrarse estos dieron un paseo por la pradera vieron el atardecer juntos, en ese momento ella noto que algo no estaba bien, no podía odiar ni desconfiar en ese hombre, ella empezó a evitarlo y desapareció, pues no quería tener contacto con cierto hombre.

 El la busco sin parar su único motivo era ella, cuando por fin la encontró, ella le pidió que se alejara, le contó su mayor miedo no quería que alguien mas la vuelva a lastimar, el la entendió, le dio un fuerte abrazo mientras ella lloraba, ambos se sentaron junto al lago que estaba cerca, empezaron a reír de la nada, era algo absurdo dijo ella, es inevitable no encariñarme contigo el solo sonrió la miro y dijo "Te mostrare el cielo y el infierno" aquella chica con lagrimas acepto.

Este hombre le ofreció sus alas ella colapso de la emoción, el solamente fue amable quería que vuelva hacer feliz, en ese entonces ella se dio cuenta que ya no le importaba sus alas pues su único motivo para poder volver a volar era ver la sonrisa de aquel hombre todos los días. Este hombre mantuvo su palabra, le mostró el cielo y el infierno tal y como le prometió, se quedo a su lado, fue algo grato y bueno de su parte, todo esto fue suficiente para que su sonrisa nunca sea borrada de su rostro y que su amor sea permanente y efímero.