Capítulo 2

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Se despidió de sus amigos y corrió hacia aquella jóven vestida con la moda de 100 años atrás.

-Quieres que me aleje de ti, pero me sigues- dijo Thomas tomando asiento a su lado.

-No te creas tan importante- respondió Ursula Peters sin volverse hacia él.

-¿Qué haces aquí entonces?- ella lo observó, era precioso.

-Lo que ves que hago. Observo- volvio a mirar un punto invisible.

-¿Qué observas?- Thomas apoyó la espalda en el banco.

-El desastre humano. Tecnologías, mentiras, edificios, todo ello.

-¿Nunca has intentado ver lo positivo?- Ursula lo miró, como si se preguntara qué había de positivo en todo aquello.

Thomas la miró tan bella que olvidó que hablaba con una rara.

-¿Qué es lindo aquí?- de pronto ya no era más rara, sino frágil. Sus cristalinos ojos expresaban miedo y su mentón estaba bajo.

-Tus ojos, por ejemplo- Ursula rodó los ojos.

-Tienes suerte de llamarte Thomas Walton- dijo como si lo conociera de años.

-Espera ¿Cómo sabes mi nombre?- preguntó con miedo.

-Eres popular, todos te nombran. Debo irme- un mechón de cabello cubrió su rostro y Thomas quiso correrlo pero Ursula clavó sus uñas largas y transparentes en su mano.

Él la miró como si fuera un vampiro y ella lo observó.

-Perdó- murmuró- no me gusta que vean mis orejas.

-¿Por...

-Adios.

Se fue corriendo, como si volara. Era tan flaca y liviana que al correr daba esa sensación a la gente.

Thomas se quedó allí, pensando en lo rara que era aquella jóven de ojos azules.

Aquellos ojos celestes parecieron no abandonarlo durante el resto del día. Ursula Peters se había metido en su cabeza y seguro no saldría de allí tan facilmente.

Volvió a casa con los pensamientos idos.

Unos ojos azules parecían perseguirlo constantemente y al momento que miraba a todos lados ya no había nadie.

La noche transcurrió lenta y tranquila en aquel pequeño pueblo de Londres, pero Thomas no pudo conciliar el sueño debido al miedo a aquellos ojos color celeste luz.

Al día siguiente todos hablaban de Ursula Peters, la jóven ya era famora sin quererlo.

Thomas la buscaba con la mirada en las grandes multitudes de alumnos del Isaac Newton Institution, pero la jóven de cabello color negro azabache no aparecía frente a su vista.

Cuando los alumnos de segundo año de bachillerato entraron al salón Ursula Peters se encontraba sentada en el primer banco, sola y sin apoyar la espalda en la silla.

Todos clavaron sus ojos en ella, con curiosidad y miedo de aquel ser. Pero los perlados ojos de Ursula sólo miraron a Thomas.

El pelirrojo de ojos color esmeralda se sentó al lado de aquella chica y todos comenzaron a murmurar que ella lo había hechizado.

Por primera vez en toda su corta vida, Thomas no dio mínima importancia a los comentarios de sus compañeros.

Ursula Peters lo observó de reojo, mientras él quedaba atrapado en tal exótica belleza.

-No te encariñes conmigo Thomas Walton, luego no soy buena en las despedidas.

-Sólo vine a sentarme contigo, anoche tus ojos no han dejado de perseguirme.

-Eso le pasa a todos.

Thomas no pudo preguntar a qué se refería con aquella afirmación debido a la llegada de la profesora de lengua.

En clase les pidió que hagan un relato de cinco renglones como mínimo y al ver que Ursula Peters no escribía nada hizo que ésta pasara al frante a contar una historia, una historia que saliera de su imaginación.

La jóven Ursula se paró frente a toda la clase y decidió comenzar el relato.

-Érase una vez, una bella y misteriosa dama y un hombre, mujeriego y alcohólico.

Ella no lo miraba jamás y desaparecía durante días completos del mundo real, nadie, excepto él, notaba aquel hecho. Pues era una mujer solitaria.

Su nombre era Greta, desgarvada y de ojos color azul.

>> Un día, el hombre, llamado Lisandro decidió seguirla a casa. Cuando Greta ingresó a su morada, Lisandro también. Entonces vio la cosa más rara antes vista en la historia de la humanidad.

Una mujer, Greta, vestida con una maya y un pollerín de ballet, descalza y con unas enormes, brillantes y preciosas alas de color negro como un ángel del mal; entraba por un mágico portal a travez de un espejo.

>>Desde aquel día, el arte, la música y el ballet fueron robados del mundo de las hadas, y hasta hace unos años éstas estaban en resentimiento con la raza humana, quien no hace más que caminar hacia su propia destrucción.

Las hadas han aprendido a perdonar hace aproximadamente unos 100 años, y desde entonces ayudan, de manera invisible a los seres que han duplicado sus mejores obras.

Aunque las hadas, habitantes del Reino Del Olvido, han podido encontrar la paz con los humanos, los hechiceros no; por eso, ahora buscan a los "elegidos" para con su sangre hacer el brebaje que destruya por completo a la humanidad.

>>Así el mundo estará en paz y todo terminará como debe terminar.

Los alumnos de segundo año la observaron anonadados, Ursula Peters podía inventar una hermosa historia en menos de cinco minutos y dejar a la profesora boquiabierta.

-Yo dije algo que saliera de su imaginación- la profesora tenía el rostro que parecía estar pensando "ésto es inaudito".

-Si quiere, busque lo que acabo de relatar en su tecnología cuando llegue a casa, y si no lo encuentra mejor acuérdese de mi nombre- la profesora rodó sus ojos ante aquel planteo- con permiso.

Ursula Peters tomó asiento nuevamente y sus ojos directamente hacia aquel punto inexistente.

Thomas la miró con detenimiento, ella tenía ojos color celeste y era desgarvada como la mujer del relato. Aunque las hadas no existan, seguramente era de aquellas chicas que crean historias con personajes muy parecidos a ellas.

-No me mires tanto que voy a gastarme- Ursula Peters acostumbraba no mirar a las personas cuando hablaba.

-Perdona.

-Tengo el don de perdonarte.

Las siguientes clases pasaron aburridas y deprimentes en el colegio Isaac Newton Institution.

Thomas decidió espiar los papeles de Ursula Peters en la secretaría, donde se encontraban todas las informaciones vergonzosas y no vergonsozas de los alumnos del colegio.

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Holaaaaaa, bueno, he aqui su 2do capitulo. Gracias por el comentario, me inspira que me digan esas cosas. Gracias a todos los que leyeron y si les gusta les voy a pedir que lo compartan, y si quieren pueden comentar. Los quiero. Les dejo mi twitter @antoo_gatti

Ursula PetersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora