Opuestos | Guido Sardelli

Capítulo 19.

—¿Que decís? —le preguntó Guido.

—Estabas muy entretenido con ella, no quería molestarlos.

—Estás celosa. —le dijo con aire divertido.

—No, no estoy celosa. Estoy enojada.

— ¿Por qué estaba con Juli?

—No, porque vine a una fiesta a la que no fui invitada y no conozco a nadie.

—Me conoces a mí, no tenes porque conocer a alguien más.

—También a Cuti, me preguntó dónde estará.

—¿Qué importa donde está? Lo importante es que acá estoy yo; y vos estás acá, conmigo. Bailando.

De verdad que ganas a Guido no le faltaban de besarla pero sabía que eso le acarrearía muchos problemas, así que trató de resistir un rato más. Para su desconsuelo, la música terminó demasiado rápido y tuvo que soltar a Lara.

Y de nuevo Pato se acercó a ellos.

—Ah, Guido tengo un mensaje para vos. —le dijo Pato.

—Yo voy a buscar a Gastón para que me lleve a mi casa. —hizo el intento de irse pero la voz de Pato la detuvo.

—Bueno, creo que esto también le incumbe a usted. —Pato los miró a ambos.— Tu amiga me dijo que no te enojes con ella, pero ya se fue —le dijo a Guido.— . Y se fue con Cuti.— terminó informándole a Lara.

Guido suspiró.— Como detesto que Juli me haga eso. Dice que soy un amigo celoso, pero en realidad trato de evitar que pasen estas cosas.

—Yo te entiendo, las mujeres son las que no entienden porque actuamos como actuamos —después vio a Lara.— Perdóneme, no quería insultarla.

—No hay problema —contestó ella.— Bien, ya que Gastón se fue creo que mejor llamo un taxi.

—No, tranquila. Yo te llevo a tu casa. -se ofreció Guido.

—No es necesario, de verdad. Puedo pedir un taxi.

—Mejor acepte, Guido no va a dejar que se vaya sola en un taxi si él puede impedirlo.

Melissa se acercó a Pato, por detrás, mientras veían a Lara y Guido salir del jardín.

—¿A dónde van ellos dos? —le preguntó.

—Guido la va a llevar a su casa. Gastón se fue con Juli.

—Sí, no me extraña que duraran aquí tanto tiempo. Pensé que se irían juntos en cuanto se vieran. Juli está tan enamorada de Cuti.

—No te preocupes por ellos, a partir de hoy y todo este mes solo tienes que pensar en mí.

[...]

—¿Y ahora qué hice? —le preguntó Guido a Lara cuando llegaron a su casa.

—¿Qué? —preguntó ella algo distraída.

—En la fiesta estabas enojada y ahora estás como triste. ¿Qué hice?

—Nada, Guido, tú no hiciste nada malo.

—Entonces, ¿qué hago para que ya no estés así?

—Disculparme.

—¿Disculparte qué, mi amor? —le preguntó al tiempo que la abrazaba.

—Sí, estaba celosa. Creí que Juliana era tu novia. Cuando te vi con ella no sabía a quién tenía más ganas de matar si a ella o a vos.

Guido se rio en voz baja y le dio un beso en la frente.— Yo sabía, yo sabía. Sabía que estabas celosa. Pero el plan es que vos fueras con Gastón y yo con alguien más.