Epílogo.

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Valentín bostezó y levantó la mirada, pero no pasó mucho tiempo antes de que el sueño por fin lo venciera. Lara dio un suspiro y despacio se acercó hasta la cuna en la que dejó a su pequeño hijo de año y medio.

Tratando de no hacer ruido dio media vuelta y salió de la habitación, cerrando la puerta tras ella. Camino con tranquilidad por los pasillos de su casa hasta a su estudio.

Cogió la pintura, los pinceles y siguió con el cuadro que estaba pintando. Estaba tan concentrada en su creación que no se dio cuenta de cuánto tiempo había pasado hasta que alguien abrió la puerta.

—Vamos a llegar tarde. —dijo una voz muy familiar a su espalda.

Ella se giró y miró a Guido— ¿Qué hora es?

—Las 8:40 —contestó el sin siquiera mirar el reloj.

—Ay, la puta madre... Mica me va a matar. Me cambio y nos vamos.

—Yo creo que va a hacer falta más que un simple cambio de ropa, amor.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Tenes la cara y los brazos llenos de pintura.

Lara corrió a mirarse en un espejo y efectivamente tenía la cara llena de pintura.

—Micaela definitivamente me va a matar.

—Dale, amor, subí y bañate... igualmente vamos a llegar tarde.

Lara fue a su cuarto, dejando a Guido solo en el estudio, sonrió al ver el cuadro que ella estaba pintando: era un retrato de su hijo Valentín.

Entonces un sonido atrajo su atención: era el sonido del agua cayendo. Sonrió pícaramente y decidió que Mica se podría enojar con él por hacer que Lara la dejara plantada.

[...]

Una ráfaga de aire frio erizó la piel de Lara, al girarse se encontró con Guido completamente desnudo ante ella.

—¿Qué haces, Gui?

—Se me ocurrió que ya que vamos a llegar tarde... para que ir.

—Mica nos va a matar.

—¿Y qué? Estamos recién casados, se nos perdona.

—Nos casamos hace dos años, Guido.

—¿Y? Yo sigo igual de enamorado —la besó robándole la respiración.— además, como podría resistirme a la idea de tomar un baño con vos.

—Es me especialidad: seducir caballeros.

Dicho esto se besaron, mientras el agua corría por sus cuerpos y el calor inundaba el baño.



Y FIN MIS PICHONAS. ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTA ADAPTACIÓN. ALGO DISTINTO A LO QUE ESTAMOS ACOSTUMBRADXS A VER DE GUIDO.
LES AMO Y MUCHAS GRACIAS POR VOTAR Y COMENTAR SIEMPRE. ESO ES EL COMBUSTIBLE QUE TODA ESCRITORA, ESTANDO ACÁ, NECESITA.

Opuestos | Guido Sardelli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora