Warlock Cold (Traducción)

Capítulo 9. Día 6.

Alec se despertó con el sonido de la tos. Abrió los ojos y miró a la oscuridad. Esta era la tercera vez que Magnus lo había despertado esta noche hasta ahora.

Las otras dos veces tuvieron que ir al baño para que el cuerpo de Magnus pudiera expulsar el caldo con dolorosos calambres. Habían tomado una muestra la segunda vez ya que no habían estado seguros de que quedaría algo para una por la mañana.

Alec buscó a tientas su teléfono para comprobar la hora. Solo las dos y media de la mañana. No es de extrañar que sintiera que no había dormido nada. Habían regresado a la cama hacía menos de una hora.

La tos junto a él se hizo más frenética.

Alec sacó las piernas de la cama y encendió la lámpara de la mesilla.

Magnus yacía de lado, de espaldas a Alec, todo su cuerpo temblando por la fuerza de la tos.

Alec se apresuró de inmediato al otro lado de la cama y ayudó a su novio a sentarse.

"Aquí, esto debería hacerlo más fácil". Usó una mano para frotar suavemente la espalda de Magnus mientras su novio seguía tosiendo.

Para cuando la respiración de Magnus se había normalizado otra vez, estaba empapado en sudor.

Alec le acarició la cara. "¿Quieres que te traiga una taza de té para calmar tu garganta?"

Magnus abrió la boca para responder, hizo una mueca y solo asintió.

Alec se aseguró de que las mantas llegasen hasta la barbilla de Magnus y que estuvieran metidas a su alrededor antes de que fuera a preparar un poco de té de salvia.

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Magnus necesitó la ayuda de Alec para levantar la taza y mantenerla firme, pero tomó el líquido con gratitud.

Cuando se acabó el té, Alec puso la taza vacía en la mesita de noche y miró a Magnus con preocupación. "¿Cómo te sientes?"

Magnus trató de hablar, pero solo logró un sonido inarticulado. Se aclaró la garganta y lo intentó de nuevo. "Dolor de cabeza. Garganta y dolor en el pecho. La nariz la siento taponada". Su voz era ronca. "El estómago todavía me duele".

"Eso no suena bien. Déjame rellenar esa bolsa de agua caliente para ti. También te traeré una bufanda para que puedas mantener el cuello caliente. ¿Olvidé algo?"

Magnus negó con la cabeza.

"Entonces vuelvo enseguida".

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Alec había esperado que mantener a Magnus abrigado les diera a los dos unas horas más de sueño, pero en el momento en que la cabeza de su novio golpeó la almohada, comenzó a toser de nuevo.

Magnus intentó aguantar el ataque de tos y dormir un poco, pero eso no funcionó muy bien: la tos empeoró cada vez más hasta que toda la cama estaba temblando. Poco después, Magnus estaba colgando sobre el borde de la cama y vomitando en el cubo.

Entre vómitos y tos, le costaba respirar. Se sentía como si se estuviera asfixiando mientras al mismo tiempo su cabeza explotaba y su pecho se abría de golpe. Ni siquiera notó la mano de Alec frotándole la parte posterior de su cuello.

Cuando logró respirar con suficiente cantidad de aire de nuevo, las lágrimas corrían por su cara.

Alec las limpió con dedos suaves. "¿Supongo que el té y el calor no ayudaron?"