Capítulo Único

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Advertencia: The Promised Neverland y sus personajes son propiedad de Kaiu Shira y Posuka Demizu. La siguiente historia está escrita enteramente sin fines de lucro. Por favor apoyar el material original.

Género: Romance/Drama

Universo Cannon: donde Emma, Ray y Norman tienen el sexo opuesto.

Pairings: Norman x Emma

Nota: Amo a estos niños mucho más de lo que me amo a mi mismo y por eso he de hacerlos perecer (?)

Cuarto menguante de Luna y quinientos gramos de sol

Hay una chica, es como una melodía de luna llena con sonrisas de primavera y mejillas de algodón, con un corazón tan amable que está dispuesto a soportarlo todo, a desgarrarse el alma y la vida; porque, una vez más, él está ahí.

(–Y descubre que lo es todo y que quizá lo quiera con todas sus fuerzas, con sus huesos y su existencia de cristal).

Y es que–

Esta este chico, que corre corre corre por los amurallados bosques del orfanato —de la prisión que está pulcramente construida con mentiras y engaños—, él es más cálido que el sol, y brilla de una manera que resulta ridículamente atrayente. Es una brisa con olor a libertad y risas de girasoles compactados, con cabellos de otoño-atardecer y ojos de verano encapsulado.

Y es que.

Resulta que Ethan es un optimista incalculable y es algo así como el epitome de la esperanza misma, y siempre corre (corre corre corre) con tal de ayudar a alguien, a quien sea, a su familia, a sus amigos, a gente que ni siquiera conoce; porque simplemente es esa clase de persona.

(Y resulta ser una de las cosas más maravillosa que Nora haya visto jamás, de cierta forma.)

La cosa es–

Que hay un chico y una chica, ambos nacidos en un mundo de pesadilla, ambos corriendo contra corriente, contra el tiempo, contra la muerte. Trazando planes, ideando estrategias. Desean vivir, vivir con todas sus fuerzas —mas allá de los doce años, más allá de la granja-orfanato— y Nora tiene que ser fuerte, y soportarlo todo. Porque le encanta su risa, le encantan sus sonrisas de amanecer cargada de sueños mágicos y deseos casi imposible.

Entonces pone manos a la obra y traza una ruta de un solo destino, y luego otra, y otra, y una más. Quiere encontrar una forma de salvar a sus hermanos de un futuro fatídico –cosecha-matadero, donde solo son alimento– y siente miedo, mucho miedo. Se mancha en desesperación y de pronto todo le sabe a muerte y no quiere que el niño que logra iluminarle sus días tan grandiosamente caiga preso de las atrocidades de esta repugnante vida. Porque Ethan es aún tan puro e inocente —tan terco e inprudente— y es algo así como una fuerte jaqueca. Tanto así que se niega rotundamente a abandonar a Raven, incluso sabiendo la verdad, y le perdona y trata de convencerla a toda costa. Porque; incluso si tomo decisiones erróneas y dejó morir a cientos de hermanos antes que Connie (mucho antes), ella también es importante y su plan nunca estaría completo si no puede llevarsela junto a ellos —Y Nora descubre que lo ama, absoluta y rotundamente.

Incluso si ella no es participe de ninguno de los métodos de Raven, siempre amara a Ethan, incluso más que a su propia vida y se sacrificaria por su causa si eso le asegura su libertad.

Cuarto menguante de Luna y quinientos gramos de sol [TPN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora