~ L O V E

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La conocí cuando estábamos en la primaria, ella siempre fue una niña muy dulce y amable, recuerdo cuando nos conocimos, estaba sentada en la segunda carpeta del medio del salón, tenia una media cola en tu cabello con un lazo azul; siempre usaba un lazo por día, siempre solía usar vestidos que hacían juego con tus lazos, también siempre usaba esas típicas medias blancas con blondas y unos zapatitos blancos, si parecía una muñeca, una muñeca que se veía tan frágil, y mas por su tono de piel, la cual tenia un tono rosado muy bonito, en ese entonces teníamos 8 años, recuerdo acercarme a ti ya que era nuevo en el colegio; bueno era nuevo en la ciudad, me ayudaba a hacer mis tareas, ya que era; bueno es, una niña muy creativa, razón por la cual la vida que lleva ahora.

Cuando fueron pasando los años ya teníamos 12 años y empezábamos una nueva etapa; la secundaria, lo bueno es que siempre estuviste a mi lado, 4 años de amistad; hasta ese entonces, fueron los años de amistad mas inocentes que cualquier persona pudiese tener, aparte de que siempre nos veíamos ya que vivía a unas cuantas casas de la tuya, solíamos ir a la escuela juntos, era divertido ir, cuando ingresamos a la secundaria, ya no usaba esos vestidos a los cuales estaba acostumbrado a ver, ahora usábamos uniformes, pero seguías usando esos lazos que tanto me gustan, un par de años después, conocimos a Park Jimin, el cual se unió a nuestro pequeño grupo, habían ocasiones en los cuales solía irse con sus amigas en la hora de receso, y yo solía quedarme con Jimin en nuestra mesa, mientras conversábamos, los primeros años lo veía normal, pero cuando tuve 15 años, empecé a quedarme viéndole mientras se iba, habían ocasiones en las cuales mientras Jimin me habla de animes o cosas triviales, yo simplemente no dejaba de mirarla, ya no era la niña que veía antes, era una adolescente, que empezaba a desarrollar, era un poco mas pequeña que yo, su pelo lo traía hasta las costillas, y siempre lucia sedoso y liso, siempre olía a coco, siempre que la abrazaba ese olor desprendía de su cabello, olor que siempre me gustara, lo único que ya no traía era su lazo, el cual solo estará en mis mas gratos recuerdos, sus uñas solía pintárselas de un color melón muy bonito, siempre usaba al menos alguna pulsera en sus brazos, ya que decía que se sentía desnuda sin al menos una, usaba siempre aretes, esos que tienen una perlita en ellos, a la edad de 16 años entendí que me gustaba pero no tenia el valor para decírselo, tenia miedo a que nuestra amistad se acabara por una idiotez mía.

Todo literal se vino al carajo cuando llego su primer amor, si el primer chico que tuvo el valor de confesarse ante ella, no lo odiaba, sino que lo admiraba por haberlo hecho, por haber hecho algo que jamás me atrevería a hacer, y lo peor de todo fue cuando ella dijo que si, que si quería salir con el, el afortunado se llamaba Lee Tae-yong, tuve entendido que salieron muchas veces, o eso era lo que me decía ,siempre faltaba a nuestras reuniones por que tenia que salir con Tae-yong o por ya había quedado con sus amigas, sin embargo nunca se olvido de fechas importantes, como nuestros cumpleaños, nuestras fecha de amistad tanto de los dos como de los tres, pero aun así se sentía ausente, todo termino cuando después de 3 meses, cuando era su aniversario numero dos; ya que un mes entero solo fueron salientes, ella llego llorando a mi casa, si a mi casa, no a la casa de alguna de sus amigas o a la de Jimin, ni siquiera a la de ella, vino a la mía, pensó en mi antes que en cualquiera, al verla llorar lo único que hice fue abrazarla, se sentía tan sola, me conto que vio a Tae-yong con una chica besándose, en ese momento, solo por ese momento, sentí una impotencia, quería ir y golpearle en su horrenda cara por dejar a una chica como ella, tuvo una oportunidad y no la supo aprovechar, luego que se calmara, le di chocolate caliente, era una tradición de los dos, cuando nos sentíamos tristes, siempre darle una taza con chocolate al otro, ella me sonrió aun con los ojos hinchados, le dije a mama que si se podía a quedar a dormir, mi madre al no ser la primera vez que ella lo hace solo llamo a la madre de ella, la cual acepto, había sacado el colchón donde yo solía dormir cuando ella se quedaba a dormir conmigo, ya que por nada del mundo dejaría que durmiese en el suelo, ese día no dormimos hasta pasada la 1 de la madrugada, nos contábamos experiencias ocurridas años anteriores, hasta que la deje de escuchar, había entendido que se había quedado dormida.

𝙇𝙊𝙑𝙀 ⚊ (O1) kth-bts. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora