—Tony! —saludó el estadounidense al español una vez que esté hubo atendido a la puerta— How have you been, amigo? —preguntó burlescamente enseguida mostrando esa enorme sonrisa de siempre.
Se alejó del arma. Era mejor que siguiera aparentando, su presencia ahí no tenía que significar nada malo aún, o por lo menos eso quería creer.
—Alfred.... Hola —titubeó con una sonrisa—. ¿Q-qué haces aquí?
—¿Puedo pasar? —le respondió el otro de inmediato. En realidad, no quería perder el tiempo, pero le parecía divertido jugar con el nerviosismo que sabía que yacía dentro del europeo, el miedo de ser descubierto. Lo adoraba.
—En realidad estoy en medio de algo ahora y...
—¡Oh, vamos! —interrumpió demostrando lo entusiasmado que estaba— No te llevará ni un segundo —refutó.
Fue así que, sin dejarlo darle una respuesta, se abrió paso él mismo al interior de la casa, para la notoria molestia del español quien no obtuvo el tiempo de hacer algo al respecto.
—Solo quiero hablar contigo, España. Solo eso —le dijo entonces girándose a verle otra vez, ahora desde adentro—. Te prometo que será rápido.
Antonio se resignó a cerrar la puerta y girarse hacia él también.
—¡Está bien! —exclamó alegre— No hay problema. ¿De qué quieres hablar, Alfred? —cuestionó esbozando una sonrisa que ocultaba perfectamente la furia que crecía en su interior.
—Uh~ Te ves muy bien, Antonio—respondió el otro alzando una ceja sin perder sus ánimos—. Digo, considerando lo "abatido y extremadamente preocupado" que estabas por México... No lo sé —alardeó volviendo a darle las espaldas y ahora disponiéndose a caminar a sus anchas por la casa.
—¿Eh? ¿De qué hablas? —cuestionó el español logrando mostrar una mueca de disgusto de repente mientras se disponía a seguirlo—. ¿No crees que cada persona tiene una forma distinta de sobrellevar sus problemas? ¿A qué se debe ese comentario?
—Oh no, no te preocupes —le dijo girándose a verle una vez más con una expresión inocente—, en realidad no es nada. Yo solo...
—Si no sonriera para evitar demostrar mis verdaderos sentimientos, todo sería un caos —aseguró recuperando un aspecto amable una vez más—. Supongo que lo entiendes.
—Jajaja, no —rio el otro un tanto sorprendido, pero sin dejar nunca atrás su apariencia relajada—. Quizás no lo entiendo, España. Mis sonrisas siempre son sinceras, ¿lo sabías? Probablemente jamás pueda entender que se siente mentir de esa manera.
—¿Mentir...? —murmuró el contrario entre dientes intentando esconder la irritación que le provocó aquel comentario.
—¡Por supuesto! —exclamó— Pero no estamos aquí para hablar de lo mentiroso que puedes llegar a ser por ocultar tus "verdaderos sentimientos", ¿verdad? ¿O quieres continuar con eso?
—¿Que dices...? —comenzó a decir el español notoriamente indignado.
—¡No importa! Sentémonos, ¿sí? —volvió a hablar dirigiéndose ahora a la sala del muchacho—. De verdad necesito hablar contigo. Creo que en realidad si es un poco urgente.
Pero el español no se dispuso a seguirlo, mucho menos a obedecerlo. Se mantuvo inmóvil, furioso, con la mirada clavada en el suelo y los puños apretados, encajando sus propias uñas en las palmas de sus manos.
—No... —alcanzó a pronunciar. Ni siquiera quería dirigirle la palabra, detestaba a ese tipo.
—¿Perdón? —cuestionó el otro deteniéndose en seco y girándose a verle, algo confundido.
ESTÁS LEYENDO
"Todo será como antes" [SpaMex] 𝙃𝙚𝙩𝙖𝙡𝙞𝙖
FanficEspaña extraña cuidar de México. Extraña su inocencia y sus infantiles actitudes. No está satisfecho cuando Guadalupe simplemente le saluda y le sonríe en las reuniones mundiales. No soporta las noches sin dormir a su lado. Nunca lo hizo. Por más de...