Capítulo 1
"Bimil-Jung In Ho"
Jamás pensé que viajar a Irlanda también cambiaría mi vida. Era tan sólo un adolescente que apenas había cumplido quince años. Sin embargo, cuando me encontré con sus ojos café, mientras el viento jugaba con su caballera rubia, mi corazón se detuvo. Había sido abofeteado por un sentimiento desconocido por mí, admitiéndome que era un niño para sus ojos. Era dos años menor que ella. Y mientras ella se preparaba a terminar la preparatoria para luego entrar en la universidad. A mí me quedaba aún mucho tiempo por delante para verme un igual como ella.
—Gerald, ven... Te voy a presentar a unas amigas. Ella es Emily y ella Ashley.—me expresó Ahinoa, cuando me vio caminar hacia la propiedad de mi abuela. Esa mañana había salido a caminar un rato, sin importarme el frío.
He de admitir que ni le presté atención a Emily, cuando me presenté. Mis ojos habían caído cautivos por Ashley.
—Gerald...—dije mirándola como un idiota. Agradecí que en ese momento apareciera Nathan y me salvará de seguir haciendo el ridículo.
—¿Conociendo nuevas amistades?... ¡Qué bien que ya has llegado! Abuela ya estaba preguntando por ti.
—Me detuve al admirar el paisaje y se me fue el tiempo... Ya le aviso que he llegado. Gracias...—me giré hacia donde las amistades de Ahinoa—. Ha sido un placer conocerlas...—me despedí y caminé hacia la entrada.
Ahinoa y Nathan se miraron, había sido evidente que me había sentido intimidado por una de sus amigas. Ashley fingió no darse cuenta, pero ella había notado algo en mí. Algo que ella prefería ignorar. Jamás se había planeado enamorarse de alguien menor que ella, y yo simplemente era un niño ante sus ojos.
Pero no era de los que me rendía tan fácilmente.
Ese año me permití conocerla y disfruté las coincidencias que nos había unido, gracias a Ahinoa. Marcando esas vacaciones como las mejores de mi vida, aunque era consciente que podían acabar no tan bien. Alice, mi hermana, había tomado fotos de todos esos momentos, por lo que podía temer a que mi padre pudiera descubrir mi secreto en algunas de sus fotografías. No obstante, sabía que la familia Kear era una de las familias más provenientes y adineradas de Galway, al igual que los Branwell y los Gibbon, y eso a mi padre, también le beneficiaría en su ego materialista. Cosa que no quería darle.
Sin embargo, ese año me salvé. Pero no el siguiente, cuando volví a viajar a Galway por la graduación de mi hermano. Había tenido mis sospechas sobre la nueva actitud de mis padres y ese repentino cambio de aceptar las decisiones de Nathan. Pero sólo el tiempo tenía la respuesta final. Y sólo me aguardaba esperar que una parte de mí se hubiese equivocado, cosa que deseaba, porque quería que Nathan fuese feliz.
En ese regreso, el fin de semana antes de la graduación de Ryan, Ahinoa y Nathan, me entretuve caminando por las cercanías de la propiedad de mi familia. Sabiendo que Ashley vivía cerca, y que quería ver si corría con la suerte de volver a verla antes de su graduación. Y no me equivoqué al verla cabalgar a lo lejos.
La miré sintiéndome anonadado, mientras mi corazón latía como nunca antes había latido. Admirándola en silencio, al observar lo buena que era cabalgando como una amazona. La saludé cuando se detuvo al verme, sonriendo en mis adentros al ver que la había sorprendido esa mañana, al no esperarme allí. Se bajo de su caballo después de acercarse a mí.
—Gerald, ¿qué haces aquí?—me preguntó asombrada.
— Salí a caminar temprano...—sonreí amablemente, tratando de bromear un poco con ella y hacerla reír— ¡Cualquiera diría que has visto a un fantasma!... ¿Cómo estás?
—Bien... Aunque un poco sorprendida. No esperaba verte esta mañana aquí, ¿cuándo llegaste?
—Ayer en la tarde... Y hoy me pareció que es un día hermoso para quedarme en casa. Yo tampoco pensé encontrarte...—mentí, porque realmente quería verla—. Es hermoso...—agregué al verla acariciar a su caballo en ese momento.
—Me lo obsequió mi abuelo... Se llama Macbeth. Es un cruce de caballo de tiro y purasangre.—y empezó a hablarle—. Macbeth, tienes a alguien más que piensa que eres hermoso...—se sonrió y luego se giró a verme de nuevo—. ¿Has venido para la graduación?
—Sí... Por cierto, felicitaciones... ¿A qué universidad irás?
—Apliqué para una en Estados Unidos...
—¿Irás a una universidad en Estados Unidos?—expresé con extrañeza y sorpresa.
—Sí... Y este otoño me marcharé. Ya estoy contando los días...
—¿A cuál irás?
—UCLA...
—¿UCLA? ¿En serio UCLA?—expresé anonadado sabiendo que si mis planes seguían en pie, quizá, coincidiríamos en algunos pasillos o en el campus cuando entrase en esa universidad. Sabía que mi promedio me ayudaría a entrar a estudiar en la facultad de medicina—. ¿Por qué? Pensé que te quedarías aquí, como a los demás...
Ashley apartó la mirada al sentir que había hablado de más, quizás motivado por la emoción de encontrar esa mañana una nueva pieza en su rompecabezas inconcluso. Temía que todo se descubriera si ella seguía hablando. Ese año había descubierto que era huérfana, por lo que necesitaba conocer la verdad que se le ocultaba. Y lo que más temía, era que hubiesen más mentiras en medio. Su madre adoptiva, Linda, se había callado cuando ella había querido conocer el nombre de su verdadero padre, cuando sólo en sus manos había tenido la foto de su verdadera madre. Isabella Anderson, quien había resultado ser la hermana mayor de su madre adoptiva.
— ¿Sabes montar a caballo?—cambió de tema, buscando apartarme de su secreto.
— No... En Nueva York no tenemos donde tenerlos...La verdad mi padre se convirtió en un ser tan sofisticado que olvidó sus raíces irlandesas...—expresé graciosamente, haciéndola reír—. Aunque de pequeña me subía a los del carrusel, ¿se puede contar como un sí con eso?...
—¡Gerald, eso no es montar!...—dijo al reírse por mi comentario ocurrente—. ¿Te gustaría que te enseñe?
—Puedo ser un muy mal estudiante...
—¡Vamos! ¡No seas cobarde!, Macbeth es un caballo manso, no te dejará caer. Ven y te ayudo a subirte.
Y ese fue el principio de nuestra historia...
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Y aquí nos encontramos de nuevo, con la segunda parte de esta serie. Eso sí, no sera tan larga como "Momentos". Espero que les guste y me hagan conocer sus comentarios... Saludos desde Venezuela...
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Devuélveme el corazón (Serie Hermanos Gibbon- 2)
RomanceGerald Gibbon ha tenido que ser testigo de cómo la vida puede ser injusta, aún más cuando se busca hacer lo correcto. Ha sido testigo de cómo su padre ha destrozado la vida de su hermano mayor y ahora busca hacer lo mismo con él, al no querer seguir...