Ignorada y rechazada.
Ya me habías arruinado el día.
Era de noche cuando mi teléfono sonó, creí que era un whatsapp de mi mejor amigo.
No.
Era una notificación.
Tuya.
¡Sí me habías aceptado! estaba que daba saltos de felicidad.
XXIII
Ignorada y rechazada.
Ya me habías arruinado el día.
Era de noche cuando mi teléfono sonó, creí que era un whatsapp de mi mejor amigo.
No.
Era una notificación.
Tuya.
¡Sí me habías aceptado! estaba que daba saltos de felicidad.