Nintendo siempre tuvo una fan base muy fiel, siempre nos dieron lo mismo, pero mejor en esencia. Y de repente, soltaron Breath of the Wild, un juego que plantea cambiar la fórmula y agregar cosas que enriquecen la experiencia. Una de esas cosas que agregaron fue la voz, por lo que todos los todos los fans nos emocionamos, ya que eres Nintendo, al fin y al cabo, haces todo bien.
Lograron crear personajes más memorables, como lo son Mipha, Sidon o Urbosa, incluso a la propia Zelda le tomé más cariño al oírla hablar. ¿Y acaso no está perfecto? Sí, pero falta alguien: Ganondorf. The Legend of Zelda ha sabido marcar las diferencias entre villanos, así que sé que Ganon y Ganondorf no son lo mismo. Pero incluso Vaati hubiese sido mejor villano para esta entrega que Ganon, únicamente por este condimento ya valía la pena desarrollar un mejor antagonista.
La historia de Breath of the Wild me parece de las mejores, y no coincido con decir que las Bestias Divinas son un "copy paste" porque funcionan con la misma base, pero su arquitectura es distinta. Me encariñé mucho con Zelda y Mipha, también me enojé cuando Revali trata tan mal a Link. Sí tuve estas emociones con personajes secundarios ¿por qué no con mi antagonista? Era el momento perfecto para aterrorizarnos con el villano y, en cambio, recibimos un bokoblin colosal. No sé si es que apuraron la salida, porque se nota una gran diferencia entre las tribus Zora y Gerudo con las tribus Goron y Orni, las dos primeras simplemente están más completas. Pero no me influye negativamente, al menos, no me percaté cuando estaba jugando.
En cambio, la falta de presencia de Ganon es vacía para el viaje. La finalidad de las Bestias Divinas es estar preparados para enfrentar a Ganon, ¿pero acaso en otros juegos no fue así también? Digo, en Ocarina uno lo cruza cuando recupera las tres piedras, cuando saca la Espada Maestra y en el Templo del Bosque. O en Twilight Princess y Skyward Sword, que no tenemos enfrentamientos directos con La Maldad (que es Ganon) sino con sus subordinados Zant y Grahim, pero sabemos quién está detrás. Así se crea la rivalidad y el deseo de vencer al malo, cuando este nos reta constantemente. Y Breath of the Wild pudo tener un rival muy provocativo y no lo aprovecharon.
Es lo único que tengo que reprocharle al juego y a su vez, me impactó demasiado.
Espero que, en la siguiente entrega, nos den un enemigo al que pueda sentir algún incentivo de vencerlo además de terminar el juego. Del resto, no puedo decir nada que no se haya dicho ya. The Legend of Zelda: Breath of the Wild es un título excelente en todas sus cualidades, excepto por la que hice esta crítica.
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Críticas.
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