Es la historia de una Latinoamérica que era fan de un grupo de kpop llamado Bantang, pero su corazón había sido robado por uno de los miembros de dicho grupo, su nombre artístico era Jimin
Todo empezó una mañana muy normal y rutinaria para mi, me levanté, desayune, hice mis oficios, arregle mi habitación y me dediqué a estudiar.
Un rato después mi madre se me acerco y me dijo porque no vas a la casa de tu prima a distraerte un poco, pensé que era buena idea, así que fui, al llegar me recibió el padre de mi prima y me dijo ¡ Hola que tal, con mucha amabilidad le respondí ¡ me va bien gracias por preguntar!. Me dijo ¡espera un rato tu prima ya viene!... respondí ¡claro gracias!... Me quedé sentada en la sala hasta que llegará mi prima. Luego de un rato llego, nos saludamos y decidimos escuchar un poco de música, al prender su computadora observé muchas fotos de unos chicos asiáticos, le pregunté ¿quien son ellos?...me dijo ¡a son un grupo que sigo se llaman BTS y son de Corea del Sur, quedé muy impactada por su look tan diferente, así que decidí llegar a casa y saber más sobre ellos, me puse a buscar sus vídeos musicales y me encantaron, quedé complenamente enamorada fue algo inesperado pero muy verdadero, me volví tan adicta a ellos que todo los días los veía, escuchaba y hasta dibujaba.
Empecé aprendiendo sus nombres, sus canciones, aunque eran muy difícil lo intente, aprendí sus edades hasta sus fechas de nacimiento, en verdad me gustaban mucho...pero hubo uno que se robó mi corazón y ese fue park Jimin el tierno del grupo, el más sexy y atractivo chico de la banda. El puso mi corazón a latir tan rápido que no podía controlar
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