La Razón poética.

...

Hoy llevo lenceria de encaje negro

solo para saber que la llevo puesta,

y debajo, estoy totalmente desnuda,

y tengo piel, cientos de kilómetros de piel.

Tengo piel que me recubre los pensamientos como si fuera fild transparente

y pudieras ver a través de ella.

Y a pesar de lo que pueda parecer,

mi piel es suave y tersa y fácil de rasgar,

pero eso no importa,

a nadie le importa la fragilidad de mi piel,

sólo interesa que hacen mis dedos en la oscuridad.

Pero y si soló ayudan a que se abran ventanas para ver los relámpagos entre las nubes,

y si sólo sueñan con un parque infantil en el que respirar el aire fresco.

¿Qué pasa si todo lo que buscan es un cuaderno o una mano para sostener?

Pero esa no es la historia que quieres.

Estás lamiendo tus labios y enseñando tus dientes.

Por una vez me gustaría ser la dirección en la que va otra persona, no necesito ser el agua en el pozo.

No necesito ser el bien, pero me gustaría no ser el suelo nunca más.

Me gustaría no ser lo que la gente cava más en sus manos.

Algunas chicas se saben la letra

de todas las canciones ajenas,

encuentran armonías en sus risas,

sus codos entrelazados se acompasan.

¿Y si tarareo desafinado?

¿Y si nadie escucha mis melodías?

Hay gente que reconoce un árbol, un patio delantero y saben que han llegado a casa. ¿Cuántas vueltas en círculo puedo dar antes de dejar de buscar?

¿Cuánto tardaré en perderme del todo?

¿Será posible nadar en el océano de quién amas sin ahogarte?

Debe de ser posible nadar sin convertirte tu mismo en agua.

Pero sigo con piedras, con piedras atadas a los pies.