El Diablo En Mi •Michael Langdon X (Tn)•

Atrapados

La Suprema, el consejo de brujas, Myrtle y Coco regresaron a Los Ángeles para encargarse de los traidores. (Tn) convenció a Cordelia de que la dejara acompañarlas, solo quería ver a Mead por última vez.

Coco fue quien capturó a Mead, pero tuvo un pequeño inconveniente. Cuando el efecto del somnífero paso y Coco despertó, Cordelia acompaño a (Tn) a la habitación donde tenían amordazada a Miriam.

 
- Señora Mead.- (Tn) se acercó y le quitó el pañuelo.

- Tú...- La mujer miró sorprendida a la chica. - Traidora.-

- No, señora Mead yo no...- Inició, pero la mujer la veía de una forma que le heló la sangre.

- Nos abandonaste para irte con este grupo de perras.- Escupió con odio señalando a la mujer rubia recargada en la puerta. - Y pensar que te veía como a una hija.-

- Eso es mentira, Ariel ideó un plan para deshacerse de mi. Usted peleó para defenderme.- Explico la ojiverde.

- ¡Mentiras!- Gritó. - Tú nos dejaste, no eres nada más que una tonta.-

- Mead...- Escucharla hablarle así, le rompía el corazón a (Tn).
 

Se acercó a ella y puso su mano en la frente de la mujer. (Tn) buscó en su mente recuerdos del día en que los hechiceros la atacaron, pero no había nada, solo los recuerdos falsos que ellos habían plantado en ella.

 
- Debe escucharme.- Intentó mostrarle sus propios recuerdos, pero la mujer se negó apartando las manos de la chica.

- ¡No quiero escuchar nada de lo que tengas que decir! Nos traicionaste y te aseguro de que acabaremos contigo.-

- Mead.- Jadeó la chica, dando pasos hacia atrás.

- Es suficiente.- Intervino Cordelia, tomando a la chica de los hombros y guiándola a la salida.

- ¡Arderán todas ustedes!- Fue lo último que dijo Mead antes de que las dos salieran del cuarto.

 
Cordelia volvió a cerrar con llave la habitación y se giró a ver a (Tn). La chica temblaba un poco y tenía la mirada pérdida.

 
- Ella me odia...- Susurró.

- No, ella cree odiarte. No es tu culpa, todo fue plan de Ariel y Baldwin.- Trató de consolarla.

- Ellos...- (Tn) apretó sus puños con fuerza. - Deben pagar.-

- Y lo harán.-

 

♦♦♦

Las brujas atraparon a los hechiceros y los llevaron a un lugar apartado de la cuidad para su ejecución, tres guardias los ataron a vigas.

 
- Ariel Augustus, Baldwin Pennypacker. Por el asesinato de su compañero hechicero, John Henry Moore, y conspirar para cometer traición contra este Aquelarre.- Los guardias comenzaron a vaciar galones de gasolina en los condenados. - Yo, Cordelia Goode, en representación del consejo los sentencio a morir en la hoguera.-
 

Ariel y Baldwin no podían hablar por el hechizo que Cordelia les había puesto, Mead se mantenía serena e incluso parecía divertirse con la situación.

 
- Nuestra gente mantuvo por mucho tiempo un acuerdo, que ninguna bruja podía matar a un hechicero condenado. Solo su hermano puede encender la llama, no pretendo romper esa tradición el día de hoy.-

 
John Henry apareció detrás de ellos, caminando tranquilamente frente a los condenados que no podían creer que él estuviera ahí. Y la sorpresa de Ariel y Baldwin fue aún mayor cuando (Tn) salió de la sombra del hechicero recién llegado.

 
- ¿Me permite?- Henry le pidió el galón a uno de los guardias, quería encargarse personalmente de la mujer que lo había asesinado.  

 
(Tn) camino con su semblante serio, se paró frente a Ariel y habló.

 
- Disfrutaré mucho verte morir sabiendo que fallaste, acaso creíste que podrían conmigo.- Sonrió arrogante. - Pero antes debes darme lo que necesito.-

 
La ojiverde puso su mano en la frente del hombre y encontró la forma de salvar a Timothy.

 
- Espero que disfrutes tú estadía en el infierno.- Fue lo último que dijo, ella y Henry regresaron al lado de Cordelia.

- ¿Alguna palabra final?- Preguntó con ironía. - Oh cierto.-

- ¿Creen que la muerte es un castigo? No le temo al fuego, él me purifica. Tal como purificará a este mundo.- Gritó Mead. - Yo vi el final, he visto la oscuridad. ¡Padre! Tómame en tus brazos, tú reinado está cerca.-

 
Cordelia dio la orden de que alzarán las antorchas y Henry se encargó de encenderlas. En pocos segundos el fuego empezó a consumir los cuerpos de Mead, Ariel y Baldwin.

Las brujas abandonaron el lugar, (Tn) y Zoe tomaron una desviación hacia el bosque, más tarde se reunirían con las demás.

 
- ¿Estás segura de poder hacerlo?- Le prreguntó la castaña a (Tn).

- Si, yo debo traerlo de vuelta.- Dijo firme, mientras llegaban al lugar en donde estaba Tim.

 
(Tn) rodeó el cuerpo de su amigo con sal y semillas de girasol, concentró todo su poder para que el conjuro funcionará con éxito.

 
- Flectere si nequeo superos... Acheronta movedo.- Conforme (Tn) hablaba, las copas de los árboles se agitaban y el cielo comenzó a nublarse.

 
Zoe observaba sorprendida a su compañera, ese hechizo era demasiado peligroso y qué (Tn) rechazara su ayuda implicaba que ella debería ser muy fuerte para realizar el conjuro sola.

 
- Fortes...- (Tn) abrió sus ojos y Tim despertó.

 
Timothy despertó en busca de aire, con su pulso acelerado y la cabeza dándole vueltas.

 
- Tim.- (Tn) se agachó a su altura. - Soy yo, (Tn).-

- ¿(Tn)?- La miró confundido. - ¿Qué?... Yo estaba atado y... encerrado en una habitación con... lobos.-

 
(Tn) apoyo su mano en su pecho para tranquilizarlo.

 
- Estás a salvo, ya no podrán lastimarte.- Le sonrió con dulzura.

- ¿Cómo...- El chico volteó en todas direcciones. - ¿Quién es ella?-

- Soy amiga de (Tn).- Contestó Zoe.

- ¿Tú me sacaste del infierno?- Regreso su mirada a (Tn).

- Así es, ahora debes regresar a casa. No vuelvas a la academia de hechiceros, vete lejos.-

- ¿Por qué?-

- Comenzará una guerra y debes alejarte lo más que puedas.-

- Pero tú me salvaste, quiero ayudarte.-

- No es necesario, te traje de regreso para que puedas estar a salvo.-

- De acuerdo. Si es lo que quieres me iré.-

- Es por tu bien Tim.-

 
Los tres salieron del bosque, acompañaron a Tim a la estación de autobús y después Zoe y (Tn) regresaron con las brujas.