GANADORA

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—Que usted es la ganadora señorita Dupaing, su canción demostró que la composición a base de experiencias, sentimientos y personas aún son existentes y muy hermosas, felicidades

No pude contener mi grito de felicidad.

Gané.

—Si, ganaste

Ups, al parecer lo dije en voz alta.

Mi instinto me obligó a lanzarme a los brazos de mi novio, abrazándolo por el cuello, él imitando mi acto pero con mi espalda; empezó a dar vueltas haciendo que mis piernas volaran mientras ambos explotábamos en alegría.

—¿Podría venir la siguiente semana el día lunes a primera hora para ver los arreglos de su contrato?

Hasta ese momento había olvidado la existencia del chico al otro lado de la línea de teléfono, rompí el abrazo y confirmé que estaría en el estudio la semana siguiente. Cuando el teléfono se bloqueó empecé a llorar.

—Mari ¿por qué lloras?

—No puedo creer que gané —rodeé su cuello con mis brazos —Y todo gracias a ti

Negó con la cabeza.

—Yo no hice nada más que enseñarte las bases, tú hiciste todo lo demás, inclusive te presentaste sola

Cierto, ese era un detalle que en medio de toda nuestra conmoción debido a nuestra bien formada relación había olvidado.

—¿Por qué no llegaste antes?

—Se me hizo tarde, el tráfico estaba de locos

Me encogí de hombros ya que era verdad, los coches buscaban lugares cercanos al evento para no caminar por lo que muchos se habían metido en sentido contrario y armado un gran alboroto.

Bajamos a darle la noticia a mis padres, ambos me abrazaron diciendo que estaban muy orgullosos, luego llamé a Alya, la cual me regañó por no contestarle el mensaje y luego me felicitó diciendo que en la tarde siguiente íbamos a ir por una malteada.

Pasadas las ocho de la noche me despedí de Luka, me besó dulcemente y luego lo vi desaparecer en la oscuridad.

Me mordí una uña al recordar todo lo que había pasado hoy, cada segundo había marcado algo especial, el cine casero, hacer formal mi relación, cada beso y cada segundo en mi habitación, haber peleado con un akuma, ganar el concurso y tener una firma de contrato frente a mí.

Volví a mi habitación sin poder dejar de sentirme feliz, entré a mi computadora y volví a abrir el videoclip que Rosita me había mandado, las visitas y los likes estaban por los cielos.

Noté que había más comentarios negativos que hoy por la mañana, muchos insultándome directamente y otros cuantos mostrando descontento por mi relación, los últimos que leí decían que todo era fingido, que en secreto yo seguía emberrinchada por el incidente de Lila y que había tratado de darle celos a Adrien con ayuda de Luka, quien bien podría tener una novia extranjera, o ser gay.

Lo que más me llamo la atención era que un usuario en particular supiera tantos detalles específicos sobre el "incidente" con Lila pero no le presté mucho tiempo ya que era hora de ir a dormir.

—Mañana será otro gran día —me cambié por mi pijama —¿Verdad Tikki?

—Claro Marinette, a este punto sólo puede tocarte buena suerte

Me tumbé en la cama y poco a poco fui siendo presa del sueño.



Estaba frente a la inmensa puerta de la disquera, los nervios comiéndome viva, este iba a ser el inicio de una probable carrera profesional.

Sin más preámbulo entré, había cientos de personas de aquí para allá, una chica estaba en medio de todo detrás de un escritorio.

—Si claro, nosotros nos pondremos en contacto con usted —presionó un botón —El productor no se encuentra en este momento, lo sentimos

Me acerqué con cautela y suavemente carraspeé.

—H-Hola, disculpa, vengo aquí por un contrato por el concurso

—Claro linda... —puso un dedo frente a mi cara —Si, con gusto, te llamo luego hermanita, estoy trabajando

¿Había hablado conmigo o con el teléfono?

Se apartó el aparato de la cara y me miró de arriba a abajo por unos segundos. Luego sonrió y se levantó de su silla, abrió una puerta a su derecha y salió a mi lado sin dejar de sonreír.

—Así que tú eres la ganadora, mucho gusto, me llamo Anette, soy recepcionista de la disquera —empezó a caminar mientras hablaba conmigo a la par —Espero que podamos ser buenas amigas

Mi ceño se frunció con cada palabra, primero me barría con la mirada y ahora quiere que seamos amigas... que chica más extraña.

—Oh lo siento, es que no soy lo que se puede llamar una chica con muchos amigos y debido a que tú eres nueva quería causar una buena impresión —con el índice se acomodó los lentes —Antes de que escuches algún comentario

Esta chica debería cobrar por vidente, inmediatamente después de que terminó de hablar, un chico de cabello negro y ojos cafés claro, bastante atractivo le gritó.

—¡Oye, cuatro ojos! —ambas nos volvimos a mirarlo, ella agachando la cabeza y yo indignada —Necesito un favor

—¿Qué pasa?

—Llévale esto al gerente de Recursos Humanos, si pregunta dile que estoy ocupado con otras cosas

Anette lo miró extrañada mientras el chico le pasaba un montón de hojas.

—¿Ocupado?

Su compañero estalló en carcajadas poniéndole una mano en el hombro haciendo que se sonrojara.

—Voy a llevar a Liliana a cenar, luego le daré un recorrido por la ciudad, a final de cuentas viene de América y no sabe comunicarse muy bien —los ojos de mi nueva amiga se pusieron un poco brillosos, la había herido —En fin, sé que puedes hacerlo, gracias guapa

La furia recorrió todo mi sistema nervioso y mis venas haciendo hervir mi sangre. ¿Quién se cree que es para hablarle así a una chica?

Me planteé segura en el piso tomando los papeles de los brazos de Anette y se los estampé en el pecho al desgraciado desconocido.

—Creo que tú puedes llevarle eso al gerente de Recursos Humanos —sonreí —Ella tiene nombre casanova, y si me entero de que volviste a hablarle así a mi amiga no seré tan amable —tomé a la rubia por el brazo y me la lleve de ahí hacia unos elevadores

Al Compás Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora