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Chat
Yoongi: Qué harás mañana bebé?

Jimin: Me le presentaré a daddy :)
Visto a las 3:00 a.m.

Ese último mensaje no lo respondió, lo dejó en un triste "leído", ya que Yoongi lo consideraría una incoherencia, ¿cómo sería posible que el chico al que le envió fotos íntimas lo conozca en persona? Simplemente, era ilógico para Min Yoongi. Así que se durmió para, al día siguiente, despertarse para ir a trabajar, como siempre. De todas formas, su pudor no era algo que le importaba demasiado.

Al despertar, le llega un mensaje a su teléfono —el cual ignoró porque se le hacía tarde, y tenía una reputación que mantener, ¿qué haría si llegara tarde? Un gerente de su talla no puede darse tales lujos— Se viste con su típico traje oscuro, amarra su corbata y aplica perfume en su cuello. Sale de su casa y se sube a su carro negro de último modelo, para ir por fin al trabajo.
Estaba él en la puerta del edificio, cuando se le cruza un chico de estatura algo baja y con cabello castaño. Pasó a su lado susurrando algo casi imperceptible

—Daddy~

Yoongi volteó de golpe, con una expresión de sorpresa, no podía creer que el mismo chico de los gemidos agudos trabajaba en el mismo lugar que él. Esto, en lugar de asustarlo o ponerlo nervioso por su reputación, hizo que despertaran sus ganas de cogerse a ese nalgón. Sus ganas se hacían presentes al ver esas locas nalgas, vestidas con un delgado pantalón apretado color rojo, junto con un saco y chaleco de ese mismo color que hacían resaltar su figura.

Yoongi siguió su camino, al llegar a su oficina hablaría con él a través del chat. Al sacar su teléfono, vio el mensaje de Jimin.

Jimin: Espero que te guste el rojo ;)

Yoongi confirmó sus sospechas, era el Daddy de uno de los trabajadores.

Yoongi: Te veo en el baño
Visto a las 8:10 a.m.

Jimin estaba muy emocionado, iba a conocer a su Daddy por fin. Fue hacia donde Yoongi le dijo y lo encontró ahí, apoyado en los lavamanos, fumando un cigarro, esperando.

—¿Esperó mucho, Daddy?

Dijo el más bajo mordiendo su labio inferior, cosa que a Yoongi volvía loco. Yoongi no respondió, se acercó lentamente a él, quedando los dos frente a frente.

—Tú eres la perra que sólo sabe gemir, verdad?—dijo sin escrúpulos.

Jimin estaba sumamente avergonzado, no era lo mismo hablar con él por chat que hablar con él en persona. La verdad es que en chat podía decir lo que sea sin importar cuán subido de tono este, pero en persona seguía siendo tímido. Además, Yoongi tenía esa aura que intimidaba a las personas.

Jimin se sonrojó levemente de la vergüenza y se quedó callado por un rato mientras pensaba en qué responder. Yoongi, para romper el silencio, coloca una de sus manos en la mejilla de Jimin y la comienza a frotar con su pulgar, con cierto morbo. Jimin estaba por decir algo, pero el opuesto lo calla con un atrevido beso.

Jimin sólo siguió el beso hasta que Yoongi decidió separarse sin cuidado. No se conocían, pero ahí estaban besándose en los baños en horario de trabajo.

Bueno, en realidad, se podría decir que Jimin si conocía a Yoongi. No había persona en todo el edificio que no supiese del gerente Min Yoongi, quien había llevado a la compañía a incrementar sus acciones y hacer que las cifras sólo suban y suban, haciéndola prácticamente inquebrantable en términos de dinero. Al gerente Min se le daba muy bien el área de logística, además de ser un trabajador responsable y serio con su trabajo.

• I N F O R M A L • yoonmin +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora