¿Qué diablos había hecho ahora?
Taehyung pasó una mano por su pelo y se quedó mirando la puerta por la que Marguerite se había ido. Parecía como si le estuviera probando, alegrándose por él, entonces ¿por qué se veía tan triste e insegura al final?
Suspiró y se inclinó para recoger su ropa. Tal vez ella había hecho todo lo que él sugirió simplemente para apaciguarle y ella no había disfrutado en absoluto. Maldita sea, ¿por qué quería ella ver a un hombre suplicar? Las mujeres querían la fuerza en un hombre, al tipo de hombre que les daba niños y las protegía de las realidades de la vida.
Taehyung hizo una pausa mientras se ponía su camisa sobre su cabeza. Pero ella había dejado a Hoseok quedarse. En realidad, ella había pedido su consejo y no había tenido que hacer eso. Se preguntó de nuevo exactamente lo que había sucedido en el corto matrimonio de Marguerite, como había sido su relación con Jarry Jones y su esposo. Tal vez su frustración por ser vista como una ingenua vino de lo que había experimentado. ¿Tal vez sospechaba que Henry y Jarry eran amantes? Ella parecía casi cómoda estando con dos hombres.
—Taehyung eres un tonto.
Dijo en voz alta, casi podía oír la voz distintiva de Marguerite haciendo eco en su sentimentalismo. Frunció el ceño cuando metió la camisa en los pantalones arrugados. Él apestaba más que un puto pez muerto. Definitivamente era tiempo de volver a casa, cambiar su ropa y decidir qué hacer luego.
La parte de atrás de la mansión de su padre era casi tan imponente como la parte del frente. Taehyung se deslizó a través de las caballerizas a la cocina, hizo un guiño a la cocinera comenzando a subir la escalera de servicio. Se detuvo en el primer nivel para mantener la puerta abierta para un lacayo de aspecto nervioso, con una bandeja cargada de bebidas.
Frunció el ceño mientras el sonido de voces le llegó. ¿En el nombre de Dios por qué estaban su padre y Seok Jin gritándose ahora? Oyó claramente su nombre. Con un suspiro entró en la gran sala vacía y cruzó a la biblioteca. La puerta estaba entreabierta lo suficiente para él ver a su padre frente a SeokJin al frente de la chimenea de mármol imponente.
Entró en la habitación y esperó a ser notado pero esperó en vano, su padre empezó a hablar otra vez. —Esto es probablemente tú culpa Seok Jin.
—Creo que no. Me pediste hablar con él. Tú fuiste el que le quería fuera de mi negocio y dentro del tuyo.
—Sólo porque tú te niegas a hacer frente a tus responsabilidades.
Jin suspiró. —Esto no es sobre mí. Tal vez si nos centramos en Taehyung podríamos encontrar algunas respuestas.
Taehyung se aclaró la garganta y ambos se dieron la vuelta para mirarlo. Su padre habló primero.
—¿Dónde diablos has estado?
—Con un amigo.
—¿Y no pensantes en hacérnoslo saber?
—Padre casi tengo veintiséis, no seis. ¿Por qué ibas a querer saber dónde estaba?
—Porque… —El marqués miró a Seokjin con su rostro aún rojo de ira.
—¿Tal vez porque piensas que Seok Jin me ha estado llevando por mal camino otra vez? —Taehyung se quedó mirando a su hermano. —Él ha estado demasiado ocupado diciéndome e insinuándome sobre el negocio familiar como para preocuparse por eso.
—Tal vez Seok Jin ha mostrado un cierto sentido común por primera vez en su vida.
Jin se echó a reír. —No lo creo. ¿No puedes ver que debido a mi intervención, Taehyung está tan enojado contigo como lo está conmigo?
ESTÁS LEYENDO
Perversión. » k.th (+18)
Storie d'amore»Con un respingo la miró a los ojos. ¿Qué demonios le pasaba a él, fantaseando con una mujer? (...) »-... ¿Es por eso por lo que has estado negando tu verdadera naturaleza, jugando al caballero, concediendo nada más que un casto beso en los labios d...