Capítulo 15

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El movimiento de sus labios quedaron grabados en mi retina, era claro, a gritos y a la vez en silencio "Escaparemos".Ilusión lleno mi cuerpo, otra vez ese cambio de sentimientos, el temor como segunda emoción por segundo. Rabia luego de minutos, me enojaba, me entristecía ¿cómo escapar? ¿cómo creerle? La confianza se había extinguido en mi mundo, no recuerdo ya más nada, otra vez ahogándome en mi vaso de agua pensé, ¿cuando fue la última vez que...? Es un sentir de que no haber tenido otra vida, como si esta desgracia la tuviera de desde nacimiento. Pero tenía una familia, vida fuera de "esto", este infierno. Pase el día de Liz, a su lado, viendo como en sus manos tenía papeles, registro de cuentas, y demás. Solo iba detrás de ella mientras Héctor y los demás nos miraban, ella inmutada, paseando con esa seguridad. Baje sola algo temerosa por la chicas, apenas una mirada rápida, se sentía el ambiente de rencor y enojo. Aún así solo me recosté en ese intento de colchón, pensado, no sé hablo, no sé dio detalles, solo esa palabra, era todo lo que tenía, no había plan de estrategia, solo una promesa en el viento. Por el momento era feliz con una mentira a verdades.

Narra Frederick
Mica quedó como yo quería irreconocible, se supo rápidamente:"Una persona fue hallada descuartizada en un vertedero "Las noticias seguían, las especulaciones salieron a flote, cada hallazgo publicado: "Cadáver encontrado en el vertedero resulta ser de sexo femenino", "Se cree que fue un arreglo de cuentas de mafioso", "Se encontró prendas de la joven, se está realizando análisis". Cada hora que pasaba, se hacían días, el viaje hasta llegar a EEUU, fue placentero. "Prenda resulta ser de la joven Julieta". Los últimos títulos de los noticieros fueron similares "Análisis de Sangre no es compatible, la joven no es Julieta".

Fue predecible que con los restos haría análisis de sangre con la madre y padre. Fueron horas, casi un día de distracción, como dicen cada segundo es oro, y yo cada segundo más cerca de México.

Julieta dejó de ser especial, el fetiche de tenerla se perdía cada vez más, su actitud seguramente haya cambiado también, era más una despedida cordial a una persona que me dio muchos dolores de cabeza, buscar y hallar la mejor manera de eliminarla sin que haya evidencias. Algo lamentable con lo rica que era, para un soborno no servía, para nada.

Tomé un par de pastillas para dormir más relajado, eran un par de horas y ya estaba en México.

Tu cenicienta (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora