Desde que tengo uso de razón siempre cometo el mismo error y parece que no aprendo de ello. Soy tan entregada a aquellos que quiero y se podría decir, si es posible, que quiero de más. Es por esto que al momento de conocer a alguien me encariño mucho y también que, cuando deciden marcharse, lo sufro tanto que siento el corazón desgarrarse de mi pecho.
No ha sido una sola vez en mi vida que me han dicho: Quien te quiere te busca. Está bien, entiendo la frase, pero si nos ponemos a pensar en eso, tal vez quien te quiere piensa lo mismo y por eso no te busca. Al menos eso mismo me hago creer cada vez que empiezo una amistad con alguien o cada vez que me gusta una persona, pero muy en el fondo sé que esa frase tiene su peso.
Me considero una persona muy amorosa y soy de esas amigas que siempre esta ahí para lo que necesites a cualquier hora del día. Muchas personas al saber esto se aprovechan de mi. Saben que no puedo negarme a muchas de sus peticiones porque siempre quiero estar bien con ellos. Esta supuesta ventaja supone traerme más y más amigos, pero lo que consigue es atraer personas tóxicas a mi vida.
Saben? A veces me siento tan sola. Tengo tantos amigos y nadie a quien contarle nada serio. Las veces que lo intenté, fracasé en el intento porque amigos de verdad nunca tuve. Siempre ocupados con sus vidas y nunca al tanto de lo que me podría suceder. Sin embargo, yo siempre debí ocuparme de sus asuntos y lamentablemente, aunque sé que está mal recibir cosas a cambio, quisiera sentir el mismo apoyo que ellos reciben de mi parte.
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Recuerdos omnipresentes.
Cerita PendekA veces despertamos irradiando positivismo por nuestros poros y creyendo poder meternos todo el mundo por la boca. Pero en el momento en que miramos atrás todo se nos nubla, todo se nos pierde, todo se desborda. Esto es una especie de diario persona...