Capítulo 15 - Una vida nueva

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EPISODIO 15: Una nueva vida.

Era una fría noche de verano, llovía de manera exagerada y el viento hacía que los árboles se moviesen de forma espeluznante. Todo el bosque temía la llegada de aquella aterradora figura, aquel animal que no tenía límites, aquel monstruo cuya figura era similar a la de un lobo. Algunos solían llamarlo "La Bestia", todos palidecían al escuchar hablar de él, todos parecían querer morir antes de presenciar como la bestia se acercaba a ellos lentamente y con sigilo. Era una noche oscura, iluminada solo por la redonda figura de la luna, que se hacía ver en el abrumado cielo. Una perfecta luna llena a la que todos temían, pues eso quería decir que la Bestia volvería a acechar de nuevo. Pero por alguna razón el monstruo al que todos temían se estaba retrasando, alago anormal en él. Todas las criaturas del bosque permanecían en silencio esperando oír el más mínimo sonido que indicase que la Bestia se acercaba, pero esa noche no había ni un solo sonido aterrador en el bosque. Ni siquiera los lobos parecían aullar.

"La Bestia" que todos esperaban en el bosque, se encontraba en un enorme castillo, un castillo el cual era conocido como "El Castillo Triste", el enorme animal se hallaba sentado frente a una enorme puerta mientras miraba fijamente a ella con sus penetrantes ojos azules. Al parecer no se había percatado de que la luna estaba especialmente llena esa noche, ni siquiera le preocupaba no alimentarse esa noche. Tan solo los gemidos de dolor de una mujer retumbaban en el castillo, mientras el animal miraba impaciente en espera de alguna señal hacia la puerta de donde provenían esos gemidos.

Tras largo rato sentado sobre la fría piedra del suelo, se levantó para comenzar a caminar en círculos preocupado, había pasado demasiado tiempo desde que ella había entrado en aquella habitación, ni siquiera se preocupaba de las dos personas que se hallaban junto a él mirándolo temerosas de que el animal saltase sobre ellos devorándolos. Aquel monstruo solo estaba pendiente de ella, tras volver a sentarse sobre sus patas traseras, se echó al suelo preocupado... ¿y si había sucedido algo? ¿y si Rosalie estaba ... muerta? Desconsolado y arrepentido por haber permitido que aquello sucediese miró a la puerta con tristeza, y en ese mismo instante la puerta se abrió, saliendo a continuación una agradable mujer regordeta que traía sobre sí, envuelto en sabanas, un pequeño bebé. En ese momento la Bestia se puso en pié y se acercó con sigilo hacia la mujer, la cual se agachaba poco a poco hasta que el crío estuvo a la vista de aquel horrible animal. Entonces lo vio, era un precioso varón, un hermoso niño que dormía plácidamente acurrucado en sus mantitas, mientras su padre le miraba con aquellos penetrantes ojos azules. En aquel momento parecía que el enorme lobo sonreía mientras miraba al pequeño embobado, era increíble que hubiese nacido en buen estado.

Había estado tan preocupado en los últimos meses, preocupado de que pudiese traspasarle aquella enfermedad a aquel niño, de que ese niño pudiese ser una horrible bestia como él, y al fin descubría que todos sus temores habían sido en vano, pues aquel pequeñajo no tenía nada maligno, nada preocupante, ninguna enfermedad horrible por la que sus padres tuviesen que preocuparse. En aquel momento Giancarlo Endolfini fue feliz, en aquel momento tanto la bestia que había en él como el mismo humano que había en su interior eran felices. Ambos se unieron para mirar calmados a su hijo.

Fin.

El Castillo Triste | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora