Wolf & Red

I.

-No te acerques.

-¿Por qué estoy siendo amenazado con una pala? ¿No eres demasiado chico para algo tan grande?

-No me subestimes. Eh decapitado más seres con esta pala de los que te podrías imaginar.

-¿Es por eso que estás tan herido?

-No es de tu incumbencia.

-Está bien. De todos modos no se por qué me estás amenazando con esa cosa, no te eh hecho nada.

-Estoy esperando tu ataque.

-¿Quien dijo que te atacaría? Yo sólo vine a arreglar mi jardín, no tengo motivos para atacarte.

-Eso no tiene sentido, los hombres lobo atacan humanos, ¿acaso no me quieres comer?

-El hecho de que un niño humano de 12 años vestido con una capa roja me esté amenazando con una pala, y esté insultando mi raza con esas falsas acusaciones en mi propio territorio tiene menos sentido.

-No tengo 12 años imbécil.

-Y encima grosero. Da igual, ni siquiera deberías estar aquí. Tenemos un acuerdo, los humanos no deben pasar a éste lado del bosque, y sin embargo, aquí estás, apuntándome con una pala ensangrentada y además, por lo que veo, has cortado mis violetas. ¿Sabes lo difícil que es hacerlas florecer?

-Me eh perdido, no sabía que había sobrepasado los límites, y las flores me parecieron muy bellas.

-No andes cortando flores por ahí, pierden su brillo al hacerlo, es más lindo contemplarlas vivas, en todo su esplendor.  Ahora tomas esas que cortaste y vete.

-¿Me estás dejando ir? ¿Así nada más?

-¿Por qué no lo haría? Sólo no vuelvas a cortar mis flores, por favor.

-Que raro eres.

-No olvides tu pala.

-Gracias.

-Adiós, caperuzo rojo.