Dioses En Busca De Amor -Saga Paranormal (completa)

capitulo III

Segundos después aparecieron dos hombres completamente hermosos, con los mismos ojos predominantes que poseía su padre, e incluso ella, tanto Alexandra, como Vanesa, quedaron totalmente pasmadas de la belleza de dichos hombres, aunque azabache sabía a ciencia cierta quienes eran debido a la imponente fuerza que emanaban, una fuerza que solo cubría la habitación en donde se encontraban de miedo y dolor al mismo tiempo, algo que ella tenía claro. que eran sus tíos hijos de ares, y afrodita. los soles del dios de la guerra, los mellizos de la guarra y la muerte, aliados confiables de hades y sobrinos favoritos de Enio, el cual su padre, le gustaba tener a distancia debido a las terroríficas historias, que le contaban de pequeña. Y sin contar que era muy sabido, tanto por mortales, como por dioses que estos no se llevaban del todo bien, debido a la preferencia de la diosa afrodita, hacia eros, y la renuencia que tenía hacia sus mellizos desde el día que nacieron

Eros y psique estaba estáticos, pero preparados para luchar a muerte, con ellos debido a que no sabían cuáles eran las intenciones de los mellizos, al venir al templo en una luna llena, en donde su hija era más vulnerable, sin olvidar que era un inmenso faro de energía, para todo ser sobrenatural, aunque no entendía como era que ellos sabían de su hija. En caso de estar allí por aquella razón, dado al hecho, que cuando Hera los bendijo con el nacimiento de su pequeña, prometió guardar silencio, incluso ante su rey y esposo, y una promesa dada en el olimpo era irrompible, debido a que se jura por el río Estigia, en donde arrebata la vida del dios que lo incumpla su promesa, y lleva su alma al tártaro para ser castigada personalmente por Hades, y por Perséfone, por ser traidores de su palabra.

No dejaban de hacerse suposiciones en su cabeza, por segundos, pasaban miles de ideas, ¿cómo pudieron ellos enterarse de presencia de su pequeña Alexandra? ¿y si no venían por ella?, ¿por qué venían? Los dioses nunca han tenido una relación muy estrecha que digamos, sobre todo desde que afrodita le dio su bendición a eros para ser amado por ella, y dio su espalda a sus mellizos dejándolos a su merced. Eros sabía perfectamente, el rencor que fue inculcado por su padre, a sus mellizos, en que no dejaba de repetir que, por culpa de su hermano mayor, ellos no tendrían el amor de su madre, ya que esta gasto todo el amor de madre en su amado hijo eros, dejando a los mellizos sin ello, pero eros sabia la verdad, y la verdad era que su madre era muy egoísta para amar a otra persona que sea ella misma, y a pesar de la repugnancia que indicaba su padre, hacia el dios de amor

su hijo mayor, todavía lo quería, incluso a sus hermanos, pero prefería estar lo suficiente mente lejos de ellos, al saber que estos no eran los más amorosos del mundo, por lo menos no hacia él, ya que siempre que se encontraban el olimpo, sus hermanos solo lo ignoraban y seguían su camino, sin contar cuando artemisa, estuvo un tiempo con jimin, y quería crear una amistad entre los dos, y único que consiguió, fue que dios del miedo, se alejara de artemisa, indicando que no quería ser buscado de nuevo por la diosa de la luna, algo que la enfureció en demasía, y ordenara por medio de una rabieta, que usara una de las flechas con dios del miedo, pero nunca lo hizo, no por el miedo de la fuera de su padre, lo hizo porque su hermano no merecía aquello, el deseaba que sus hermano fuesen quien eligieran el camino a seguir, y que no fuese un mandato, ya tenían suficiente con el padre que estos poseían, ya que era más que sabido que ares, no solo los sobreprotegía, sino que también les imponía su voluntad, pero allí estaba la gran pregunta que hacen ellos allí, cuando era más que obvio que su padres no los dejaría pisar el mundo mortal sin una razón, ¿acaso su padre se había enterado de su gran secreto, y había mandado a exterminarlo?

--te hice una pregunta hermano... ¿a quien escondes y por qué? Creo que ahora son dos... ¿Qué esperas para contestar? -- jungkook pregunto de nuevo, al ver su hermano no respondía, y solo estaba preparado para una batalla, que sabía muy bien, que no ganaría si seguía con la idea de querer luchar contra alguno de ellos, de hecho con solo unos tres movimientos, él podría terminar con la batalla, si así se le puede llamar, una lucha entre uno de los dioses de la guerra, contra la diosa de las almas, y el dios del amor, era más que sabido que sería una desventaja demasiada notaria, y solo lo haría ver como un cobarde ante los ojos de los otros dioses, y eso era menos que deseaba en esos momentos, así que esperaba, con todas sus fuerzas que no lo atacaran, porque no habría más opción que el encargarse personalmente de su hermano y su cuñada