365 A TÚ LADO | Namjoon |

Prólogo

Ese día tuve que salir más tarde de clase de natación, como había llegado tarde por culpa de mis problemas personales ahora tenía que quedarme un par de horas más para estar lista para participar en la clasificatoria para las regionales.

Al acabar el entrenamiento me despedí de la poca gente que quedaba en la piscina y fui hacia el vestuario. Tome mi ducha de agua fría y me sequé con la toalla, entonces empecé a sentir una sensación muy rara, como que alguien me miraba desde lejos, no le presté mucha atención y al acabar de vestirme me fui.

Como siempre, mi madre me recibió enfurecida al entrar en casa porque que llegaba muy tarde, y yo, como siempre, me fui llorando a mi habitación. Admito que soy una chica muy sensible, pero, me afectan demasiado las cosas que dice la gente, y más las que me dice mi madre.

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Llegué tarde a clase, como siempre, todos se me quedaron mirando, y no precisamente por ser guapa, porque tenía más pinta de morsa moribunda que de it girl. Lo peor llegó al darme cuenta de que teníamos examen, para el cuál no había estudiado, en resumen, el día solo iba de mal en peor. Después de clases quedé con Joonie, un supuesto amigo mío, y digo supuesto porque nuestra relación es un tanto extraña, ya que no nos conocemos desde hace mucho debido a que él vino a vivir aquí hace solo unos pocos meses, pero compenetramos muy bien y nos empezamos a llevar bastante. El punto malo, que yo se que él está perdidamente enamorado de mí, y no exagero...

—Vale, estos días he estado mirando todo lo que nos falta por hacer y aún es bastante, no creo que nos de tiempo de acabarlo... Y menos si sigues así de dispersa e ignorándome Nerea.

—Perdóname, es que estos últimos días no he dormido muy bien y ando algo cansada, pero tranquilo, si nos ponemos en serio seguro que nos dará tiempo de acabarlo.

—De acuerdo, pero al menos deja que vaya a la barra a pedir unos cafés para que te despiertes un poco.

—Me parece bien. Oye Joonie, muchas gracias, te lo digo de verdad, con lo mal que voy en todo estas últimas semanas, agradezco mucho tu ayuda.

—Tampoco te me pongas sentimental ahora que tenemos mucho trabajo, pero... gracias por hacerme ver que te importo.

Nos miramos fijamente durante un par de segundos y a Joonie se le escapó una leve sonrisa, seguidamente se giró y fue a pedir los cafés. En ese instante yo aproveché para ir un momento al baño, donde me lavé la cara, y me quedé un par de minutos frente al espejo mirando mi rostro. De la nada rompí a llorar y me encerré en uno de los baños. Sentada en el váter, enfrente de la puerta llena de pintadas y escritos, saqué de mi mochila lo que había comprado un par de días atrás y no me había atrevido a abrir aún, un test de embarazo.